En el encuentro de sábado a la noche, las 600 almas franjeadas que llenamos aquel rinconcito visitante y otras tantas que lo observaron por televisión, pudimos observar a nuestro querido Danubio logrando una valiosa victoria ante quien, hasta antes del partido, lideraba la tabla acumulada.

El partido comenzó siendo muy favorable a nosotros, con un par de llegadas peligrosas, donde en una de ellas logramos convertir. Pero a pesar de eso, el marcador quedó en cero, ya que el línea anuló por supuesto offside (inexistente) del Rata. Luego, con las respuestas del equipo local el encuentro se emparejó bastante.

Con llegadas de ambos equipos, y luego de un grosero planchazo del eterno juvenil número 5 local ante Porras (el cual mereció ser de expulsión de forma directa), llega después de una pelota quieta una sanción penal.

Y sí, ¿cómo no me voy a calentar cuando vi que lo cobró, si lo único que se me pasaba por la cabeza era que a esa altura deberíamos estar ganando y con uno más, pero estábamos a 11 pasos de ir perdiendo?

Pero claro, parado en el arco estaba un “juvenil” de experiencia, quien ya había demostrado en campeonatos pasados que tenía la capacidad de atajar penales de manera habitual, y lo atajó nomas. Lo grité como un gol, y eso fue lo que valió, porque Danubio se agrandó y el goleador rival estoy seguro que se acordó toda la noche de esa atajada.

El segundo tiempo fue otro, con un jugador más y con el gol del Rata que apareció cuando todavía nos estábamos acomodando, logramos controlar aún más la pelota, los tiempos y las llegadas, con mayor tranquilidad.

Llegando al final del partido, el gol de la fecha. Sí, el Nacho de los golazos, luego de una muy buena jugada colectiva, recibió afuera del área y la pudrió, sentenciando el partido ante la atenta mirada de la tribuna y del experimentado golero rival.

Lo mejor (1): La confianza para lo que viene. Con esta, van dos victorias consecutivas que ayudan a sobrellevar los dos empates del arranque.

Lo mejor (2): La hinchada danubiana. No paró de cantar en ningún momento, realizando un enorme recibimiento el cual incluía decenas de banderitas distribuidas a los hinchas presentes, gran iniciativa.

Lo peor: La lluvia. Lamentablemente la lluvia fue de piedras y botellas que recibimos los hinchas visitantes tras el golazo del Nachito.

Las figuras: Voy a usar una frase que no me gusta mucho pero esta vez claramente “la figura fue el equipo”, con actuaciones destacadas de: Salvador, atajando hasta el viento. El Indio, cerrando espacios, barriendo y desdoblándose en ataque cuando pudo.

Porras, un señor jugador, jugando de 5 para defender y haciendo de 10 para ofender. Nachito, generando espacios donde no los había, sumando un golazo fenomenal. Álvez, un animal en el ataque, sin dar una por perdida.

Menciones especiales para Soria y Formiliano, juegan bien en donde los pongan, siempre parejos tanto en el fondo como en el medio, siempre con buenos rendimientos.

Lo próximo: Se viene un Peñarol golpeado pero no tanto, con mal juego colectivo y con un plantel bastante veterano. Eso creo que es lo que debemos aprovechar, con la vuelta de Camilo aún más.

Lo destacado: Los debuts de Faber y Cotugno (como titular) demostraron temple y buen juego en un partido de muchas presiones y en una cancha difícil. 

¿Cómo no estar contentos? ¿Cómo no ilusionarnos con este resultado? ¡El sábado con todo contra Peñarol, a llenar Jardines!