Se ponen y se sacan

Vamos por buen camino, sobre todo si los rendimientos se mantienen y hacen que algunos jugadores se saquen solos para permitir que otros hagan todo lo contrario.

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Pasó un momento clave del año, por lo que fue la suspensión de los jugadores tras la pelea del clásico y por la “mala imagen” dejada en el primer partido de Copa. Era un momento bisagra, merecíamos pasar de buena forma para tener un poco más de tiempo y reordenar la casa, y lo pasamos de la mejor manera.

No es fácil hacer una reflexión netamente deportiva, cuando los corazones aún están calientes y la cabeza feliz. Desde la tribuna todo es diferente y, sin ver las imágenes de forma más tranquila, puedo caer en errores de apreciación.

Antes del partido no estaba de acuerdo con la inclusión de algunos jugadores en el 11 inicial. Sigo sin entender cómo Porta es titular indiscutido, cuando cada día juega peor. No me gusta matar a los jugadores, pero cuando ya se pasa de “una mala noche” y el nivel no levanta, no tengo más remedio.

Tampoco me gustaba la idea de volver a ver a Scotti en la zaga, debido a sus últimos partidos, no solo de este año sino por el semestre anterior. El partido de este martes me volvió a dar la razón en el caso del Canguro, no así con el capitán porque me parece que jugó un buen partido.

Así como de antemano marqué las pálidas, también dije que me gustaba que Curbelo, Prieto y Cruzado fueran de arranque. El Pato se mostró más seguro que los anteriores que habían ocupado esa posición (al menos en el primer tiempo, para el segundo ya lo tenía muy lejos).

El peruano volvió a mostrar que es el jugador que fuimos a buscar, aquel que vimos en Newell's, ocupando cualquier posición del medio, jugando siempre bien la bola y mostrando una importante actitud a la hora de marcar, por izquierda, derecha, de enlace o “echando cola” delante de los zagueros.

Raspó y tuvo pinceladas de mucha calidad, creo que le cobraron el doble de faltas de las que verdaderamente hizo y estuvo cerca de ver la roja. El técnico lo sacó en el momento preciso, cuando ya mostraba algunos indicios de cansancio.

Tema aparte fue lo del Corto Prieto. Los que me leen seguido saben que es uno de mis canteranos predilectos. Desde aquel partido con Toluca de la Copa anterior, cuando hizo dupla con Dorrego, me di cuenta que son jugadores diferentes, modernos, inteligentes, que juegan y marcan, que tienen 4 ojos, con criterio y mucho amor por la camiseta.

Cuando el primer tiempo se daba de toqueteo y no encontrábamos las ideas, el chiquilín se animó y metió un zapatazo de otro partido que derivó en el córner que trajo el primer gol, el de la tranquilidad, ese que nos permitiría dejar los nervios aparte y dedicarnos a jugar.

Alonso tomó la segunda pelota luego de la peinada de Porta (?) y la puso fuerte y abajo,  y lo gritó con furia. Así juega, con amor propio y mucha entrega. Metió un lujazo de 40 metros que casi es el gol de la década y tuvo varias más, de todos colores, una en el palo, otra que le sacaron en la línea y la que cayó en el techo del arco de la Abdón.

Iván es un jugador que aún no ha demostrado todo lo que tiene, los juegos del equipo no se lo han permitido, pero es un clase A, un tipo en plenitud de edad y que perfectamente podría estar jugando en otra parte del mundo.

Fue la figura del partido y ojalá podamos disfrutarlo mucho tiempo más. Cada vez que su nivel se eleva, algo lo saca de los partidos importantes (el año pasado no estuvo en el clásico ni con Garcilaso).

El equipo tuvo un aceptable partido. Munúa es otro de nivel europeo, con y sin la pelota. Los laterales tal vez son alguna de las falencias que tiene este equipo, sobre todo a la hora del ataque.

Calzada levantó un poquito respecto a las últimas presencias, se contagió un poco tal vez cuando quedó con los pibes en cancha, hasta que terminó sustituido. Si de pibes hablamos, este fue un partido para entusiasmarse. Terminamos jugando con un mediocampo 100% de la cantera.

De Pena -algunos me lo siguen discutiendo- es un “jugador Pelusso”, parece que tuviera mil partidos en Primera y este martes le puso la frutilla con el gol de la clasificación, un gol que es un premio por pegarle, por atreverse de zurda o de derecha. Siempre lo intenta y es algo que suele ser déficit en nuestro fútbol de cada día.

En el segundo tiempo, un cambio cantado mandó a Pereiro a la cancha. No hay nada que decir de Gastón, sobran las palabras para definir su actuación, pero lo mejor que podemos hacer es disfrutarlo y no olvidarnos ni un segundo que tiene 18 años.

Dicen que el juvenil aprende mucho de Recoba. El Chino, que parece que cuanto más cerca está de su retiro y parece que ya no tiene más para dar, saca su calidad para darle otro toque al equipo.

Siempre digo lo mismo, con el Chino jugando al borde del área Nacional fue bicampeón uruguayo. No pasa lo mismo cuando se reduce a tirar “pelotazos” y a jugar lejos del arco, ese arco que suele tener entre ceja y ceja, y que este martes casi rompe en varias ocasiones, incluso con otro nuevo tiro de esquina que por poco no vuelve a terminar en la red.

Tuvimos que liquidarlo antes, tuvimos muchas chances y faltó el golpe final, un poca por culpa nuestra y otro porque la bola no quiso entrar.

En el final, una pelota venenosa atravesó toda el área de Munúa y casi desata el tedioso y conocido “estamo' afuera de la Copa pero yo te quiero igual”. La suerte esta vez jugó de nuestro lado y la clasificación quedó en el Parque. 

Ojalá que este equipo que terminó jugando pueda repetirse el fin de semana. Hay que darle rodaje porque hay muchas cosas por corregir.

Nos metimos en un grupo de los más difíciles de la Copa y con lo de este martes no alcanza, pero creo vamos por buen camino, sobre todo si los rendimientos se mantienen y hacen que algunos jugadores se saquen solos para permitir que otros hagan todo lo contrario y nos sigan deleitando con momentos de buen fútbol.