Está bien
Protagonizamos un lindo partido este fin de semana al igualar con Liverpool a 2 en su recinto.
Foto: liverpoolfc.com.uy
Muchos de nosotros copamos la pequeña tribuna visitante de la casa de Liverpool para ver a la hermosa albiverde. Además de la buena cantidad de público general, destacable lo de la Banda de la Estación, que no paró de alentar en prácticamente ningún momento del partido, haciéndonos sentir “locales otra vez”.
En cuanto al partido, repetimos alineación, y repetimos buen funcionamiento. Con el correr de los minutos nos adueñamos un poco del trámite (para lo cual fue fundamental Ezquerra) y tuvimos algún destello de buen fútbol. Faltaba claridad para llegar al arco.
Esa claridad apareció cuando Tabó transportó y volvió a poner un pase bárbaro para Gorocito, que volvió a definir bárbaro para abrir el marcador. Está demostrando tener la pólvora seca el ataque académico.
A pesar de que era la primera chance clara, íbamos ganando. Considerando que por lo general fallamos bastante antes de convertir, este fue un cambio agradable.
Hablando de cambios, lo que cambió fue el trámite del partido. Perdimos la pelota, y retrocedimos demasiado. Diría que por suerte, no nos fuimos al descanso igualados.
El segundo tiempo no sorprendió demasiado en su desarrollo. Ellos fueron a buscar el empate, y nosotros contragolpeamos. Es justo decir que lo hicimos bastante bien. Tuvimos tres chances claras para agrandar la diferencia en el tanteador, pero no pudo ser.
Es justo decir que no se trata de un mal equipo el que enfrentamos este fin de semana, y nos fue encontrando los espacios. Así como hemos sabido elogiar a Larriera, y aún lo hacemos, se comió por lo menos un cambio.
Si bien el gol del empate fue fortuito (se lleva la pelota por delante Toto Fernández), estaba al caer. Igual situación para el segundo de los locales. Lo bueno es que, hoy por hoy, el equipo tiene reacción y logró salir de su letargo para ir furioso en busca del empate.
No demoró en llegar. Tiro libre al borde del área que ejecutó Leandro y la pudrió en el ángulo. 2 - 2. En el final, pudo ser para cualquiera. Ellos nos complicaron con la velocidad de sus delanteros, y nosotros con alguna jugada elaborada y los ingresos de Affonso y Acosta nos acercamos un poco.
La polémica se instaló en Belvedere cuando el juez no se animó a sancionar el penal cometido en el borde del área local, que podría haber significado los tres puntos. Al margen de si fue o no penal, el resultado está bien.
Y es que Racing está bien. No somos una maravilla ni mucho menos, pero de a poco nos vamos acostumbrando a no perder y por momentos se refleja en la cancha lo que el técnico pretende.
Nos esperan dos partidos decisivos en el descenso que serán duros: Juventud y Cerro Largo, ambos en el coloso de Sayago. Podemos estar a dos semanas de olvidarnos definitivamente del descenso y anhelar, quizás, a algo más. Soñar no cuesta nada.
Vamos Racing. Hasta el domingo.
En cuanto al partido, repetimos alineación, y repetimos buen funcionamiento. Con el correr de los minutos nos adueñamos un poco del trámite (para lo cual fue fundamental Ezquerra) y tuvimos algún destello de buen fútbol. Faltaba claridad para llegar al arco.
Esa claridad apareció cuando Tabó transportó y volvió a poner un pase bárbaro para Gorocito, que volvió a definir bárbaro para abrir el marcador. Está demostrando tener la pólvora seca el ataque académico.
A pesar de que era la primera chance clara, íbamos ganando. Considerando que por lo general fallamos bastante antes de convertir, este fue un cambio agradable.
Hablando de cambios, lo que cambió fue el trámite del partido. Perdimos la pelota, y retrocedimos demasiado. Diría que por suerte, no nos fuimos al descanso igualados.
El segundo tiempo no sorprendió demasiado en su desarrollo. Ellos fueron a buscar el empate, y nosotros contragolpeamos. Es justo decir que lo hicimos bastante bien. Tuvimos tres chances claras para agrandar la diferencia en el tanteador, pero no pudo ser.
Es justo decir que no se trata de un mal equipo el que enfrentamos este fin de semana, y nos fue encontrando los espacios. Así como hemos sabido elogiar a Larriera, y aún lo hacemos, se comió por lo menos un cambio.
Si bien el gol del empate fue fortuito (se lleva la pelota por delante Toto Fernández), estaba al caer. Igual situación para el segundo de los locales. Lo bueno es que, hoy por hoy, el equipo tiene reacción y logró salir de su letargo para ir furioso en busca del empate.
No demoró en llegar. Tiro libre al borde del área que ejecutó Leandro y la pudrió en el ángulo. 2 - 2. En el final, pudo ser para cualquiera. Ellos nos complicaron con la velocidad de sus delanteros, y nosotros con alguna jugada elaborada y los ingresos de Affonso y Acosta nos acercamos un poco.
La polémica se instaló en Belvedere cuando el juez no se animó a sancionar el penal cometido en el borde del área local, que podría haber significado los tres puntos. Al margen de si fue o no penal, el resultado está bien.
Y es que Racing está bien. No somos una maravilla ni mucho menos, pero de a poco nos vamos acostumbrando a no perder y por momentos se refleja en la cancha lo que el técnico pretende.
Nos esperan dos partidos decisivos en el descenso que serán duros: Juventud y Cerro Largo, ambos en el coloso de Sayago. Podemos estar a dos semanas de olvidarnos definitivamente del descenso y anhelar, quizás, a algo más. Soñar no cuesta nada.
Vamos Racing. Hasta el domingo.