Trepamos el cerro

Volvimos a cantar victoria en nuestra cancha -no sin antes sufrir un poco- este sábado en un partido vital.

_mjm2870.jpg
Para el partido de este sábado presentamos la misma formación, pero con algunos cambios. Debutó la incorporación para el lateral izquierdo, Alonso, y Tabó ocupó el lugar en el que venía estando Agustín, de bajo rendimiento.

Si bien la formación a simple vista parece la misma que ante Peñarol, hay algunas salvedades. La mayoría del tiempo, Cristian Tabó era el que más se acercaba a Gorocito, de modo que en la mitad del campo quedábamos con Ezquerra en el medio y Carlitos Díaz más tirado hacia la derecha, cubriendo el hueco dejado por la subida de Cristian; mientras que Zabala se encargaba del costado izquierdo.

En virtud de lo anterior, la mayoría de las jugadas se gestaban por derecha. Ezquerra, de muy alto nivel, manejaba la pelota, y Tabó era el más peligroso en ataque. Por acá paso lo mejor de Racing los primeros minutos, en los que el partido era bastante parejo.

En una de las jugadas elaboradas por derecha, generamos un tiro libre al borde del área que nos permitió desnivelar el marcador. Cuando todos esperábamos un centro al segundo palo (o bien uno al primero por medio del “Pájaro” Alonso), Ezquerra, mucho más vivo que todos, pateó por afuera de la barrera con una curva tremenda para convertir el primero de los goles de Racing.

Leandro le ha aportado muchísimo al juego de Racing, es terriblemente inteligente para moverse entre los rivales para recibir, e igual de hábil para manejar la pelota y elegir el destino que le da.

Después de la puesta en ventaja empezamos a imponer un poco más de dominio y a encontrar en espacios en la defensa visitante. Algunas veces por intermedio de Tabó, otras producto de pelotas bajadas por Gorocito (que levantó su nivel e hizo buen primer tiempo) y otras, tocando en espacios cortos.

Cerro tenía la intención de abrir la cancha, pero terminaba centralizando cerca del área o tirando centros desde malas ubicaciones, o bien, mal ejecutados.

También por derecha nació el segundo gol. Participaron muchos jugadores que la tocaron mientras los rivales no podían hacer más que verla pasar. La jugada tuvo de todo: un taquito, un pase entre líneas, un centro, dos jugadores que la dejan pasar, Zabala que la recibe sacándose de encima al último defensa cerrense y la pone contra el palo. Sin dudas el mejor gol de la etapa.

El resto del primer tiempo fue para el deleite de los que nos hicimos presentes en nuestra cancha. Presión arriba, posesión de pelota, toques de primera, desbordes y varias jugadas de gol. Para no perder la costumbre, las desperdiciamos todas y nos fuimos al descanso con dos goles de ventaja, que debieron ser más, porque el primer tiempo fue redondo.

Otra fue la historia para la segunda etapa. Salimos dispuestos a cuidar la ventaja y sacar algún contragolpe que nos permitiera liquidar el partido. Para el trámite del partido en el primer tiempo, parecía innecesario pararse tan atrás en nuestra cancha, sin embargo así fue.

De cualquier manera el partido estaba bajo control, y si bien habíamos relegado casi por completo la posesión de la pelota, no pasábamos zozobras. Esto se mantuvo así hasta que llegó la jugada más peligrosa para Racing en los últimos tiempos: un centro casi frontal de 40 metros.

De más está decir que volvimos a recibir un gol por medio de un cabezazo efectuado por un jugador solo y sin marca. Sin comentarios.

Así fue que nos terminó complicando un partido que se había presentado muy favorable. Tampoco es justo decir que hayamos jugado del todo mal, ya que en lo que le quedaba al partido, tuvimos muchas chances de gol, y muy claras además.

Mientras tanto, Cerro se dedicó al tirar la pelota al área. Muchas ganas, aunque poco fútbol, le bastó para hacernos sufrir un poco al final. Sobre todo después de que Alonso, tras un par de errores, se fuera expulsado. Por suerte, el polifuncional Trindade estaba en cancha y ocupó su lugar en el lateral izquierdo.

Poco después de lo anterior se extinguió el partido y festejamos aliviados una tremenda victoria. Tremenda por el rendimiento del primer tiempo, tremenda por el sufrimiento del final, y sobre todo por la importancia en la fatídica.

Conclusiones, varias. Con un rendimiento como el de los primeros 45’, estaríamos peleando por otra cosa, no podemos recibir más goles de centros frontales anunciados, y no podemos fallar tanto a la hora de liquidar un partido.

Este fin de semana nos veremos la cara contra Liverpool. Lindo partido para seguir por esta senda. Hasta ese día, abrazo de gol.