Hora de la verdad
Un último esfuerzo muchachos, tanto remar y luchar merece su premio.
23 fechas han pasado desde aquel comienzo en Las Piedras, nuestra vuelta a Primera División después de tantos años.
Triunfos merecidos, empates hazañosos, derrotas esperables, igualdades que saboreamos como derrotas, encuentros malos que preocuparon, triunfos sin superar en méritos a nuestro rival, partidos donde los méritos estuvieron pero las redes no se inflaron y partidos en los que salimos cabeza gacha inmensamente preocupados por el futuro del equipo.
En fin, como verán y seguramente le haya pasado a todos los equipos que transitan este campeonato, cada fin de semana, cada encuentro tiene una perspectiva diferente, con sentimientos heterogéneos y un porvenir que, de acuerdo al ánimo en nuestro interior, definíamos semana tras semana como positivo o negativo.
Es que esto de estar en Primera nadie puede negar que es hermoso, pero tiene sus costos. El ánimo de cada uno de los hinchas que viajan a todos lados portando con orgullo su camiseta, varía permanentemente haciendo pronósticos que se adecúan generalmente al rendimiento del último fin de semana.
Y más allá de que eso va a seguir así hasta el final. Ha llegado la hora de jugarnos las vestiduras, ganar un par de partidos y olvidarnos del descenso, al menos hasta el próximo torneo.
Si bien perdimos un partido importante la semana pasada ante Racing, el encuentro de este sábado es vital para nuestros intereses. El Tanque es un equipo que viene mal y nosotros los tres puntos los necesitamos como el agua. Porque debemos sumar, porque de una vez por todas queremos salir de ese antepenúltimo lugar y porque debemos reconocer que la última parte del fixture en cuanto a rivales, para nosotros será durísimo.
Peñarol, Wanderers, River Plate, Rentistas, Defensor y Danubio serán nuestros oponentes y, aunque muchos me salgan a decir que “somos 11 contra 11” y “los partidos hay que jugarlos”, uno prefiere enfrentar a algunos rivales y no a otros, por más que de la boca para afuera digan algo distinto.
Son 21 puntos por jugar, donde ganando ocho (a mi entender) nos alcanzaría para seguir en la Divisional de privilegio. Un último esfuerzo muchachos, tanto remar y luchar merece su premio.
Esta hinchada depende de ustedes, y en ustedes confía y los alentará a muerte.
Triunfos merecidos, empates hazañosos, derrotas esperables, igualdades que saboreamos como derrotas, encuentros malos que preocuparon, triunfos sin superar en méritos a nuestro rival, partidos donde los méritos estuvieron pero las redes no se inflaron y partidos en los que salimos cabeza gacha inmensamente preocupados por el futuro del equipo.
En fin, como verán y seguramente le haya pasado a todos los equipos que transitan este campeonato, cada fin de semana, cada encuentro tiene una perspectiva diferente, con sentimientos heterogéneos y un porvenir que, de acuerdo al ánimo en nuestro interior, definíamos semana tras semana como positivo o negativo.
Es que esto de estar en Primera nadie puede negar que es hermoso, pero tiene sus costos. El ánimo de cada uno de los hinchas que viajan a todos lados portando con orgullo su camiseta, varía permanentemente haciendo pronósticos que se adecúan generalmente al rendimiento del último fin de semana.
Y más allá de que eso va a seguir así hasta el final. Ha llegado la hora de jugarnos las vestiduras, ganar un par de partidos y olvidarnos del descenso, al menos hasta el próximo torneo.
Si bien perdimos un partido importante la semana pasada ante Racing, el encuentro de este sábado es vital para nuestros intereses. El Tanque es un equipo que viene mal y nosotros los tres puntos los necesitamos como el agua. Porque debemos sumar, porque de una vez por todas queremos salir de ese antepenúltimo lugar y porque debemos reconocer que la última parte del fixture en cuanto a rivales, para nosotros será durísimo.
Peñarol, Wanderers, River Plate, Rentistas, Defensor y Danubio serán nuestros oponentes y, aunque muchos me salgan a decir que “somos 11 contra 11” y “los partidos hay que jugarlos”, uno prefiere enfrentar a algunos rivales y no a otros, por más que de la boca para afuera digan algo distinto.
Son 21 puntos por jugar, donde ganando ocho (a mi entender) nos alcanzaría para seguir en la Divisional de privilegio. Un último esfuerzo muchachos, tanto remar y luchar merece su premio.
Esta hinchada depende de ustedes, y en ustedes confía y los alentará a muerte.
