La eterna maldición
River y la eterna maldición del 1 - 0 a los 30 del segundo tiempo.
Volvimos a caer en el error que habíamos dado por superado y ¿cuál es el precio que estamos pagando? Nuevamente no pudimos cerrar un partido, y se escapó así la posibilidad de quedar primeros y empezar a quebrar la tabla.
River se desesperó cuando no pudo convertir el segundo gol. Si alguien hubiese prendido la tele a los 30 minutos del segundo tiempo, y sin mirar el resultado, diría que River iba perdiendo.
Es que presionaba fuertemente en la zona rival, dejando espacios en líneas del fondo y dando las armas para que le jueguen de contragolpe. Cuando por lógica tendría que ser al revés: el gol debería dar tranquilidad al equipo, contener más la pelota en el medio campo y liquidarlo de contragolpe, teniendo elementos para esto (volantes rápidos y un puntero ideal).
Si a esto le sumamos que se desperdiciaron varias chances de gol, está el empate. Y otra vez a remarla de atrás.
Sería mediocre justificar el empate por errores arbitrales. Los hubo, pero el hincha tiene que entender que River se venía salvando, que Fénix avisó con aquel sombrero a Frascarelli que despejaron en la línea.
Basta de buscar justificaciones y consuelos baratos, hay que empezar a corregir los errores en casa y trabajar para que esto no suceda. Ya sabemos cómo funciona el sistema.
Quiero destacar el gran trabajo de Claudio Herrera en la defensa y, como mencioné en la columna anterior, Taborda sigue haciendo goles y dando que hablar.
Y en esta parte me quiero detener: creo que este plantel está para pelear cosas importantes y lo viene demostrando en estas temporadas. Ahora, aquel jugador que no esté de acuerdo con la causa, que lo diga, nadie le va a recriminar.
Se viene una semana cargadísima. El miércoles se juega el pico contra Cerro (seguimos aplaudiendo la violencia en la cancha y en los escritorios de la AUF) y el domingo el clásico contra Wanderers en el Saroldi, seis puntos que son fundamentales si queremos seguir en carrera.
El hincha tiene que estar tranquilo, que por lo que nos viene mostrando este campeonato viene parejo y todos van a dejar algún punto más en el camino. Ahora, tampoco a descansarnos que resultados como estos son los que nos pueden a hacer lamentarnos al final.
River se desesperó cuando no pudo convertir el segundo gol. Si alguien hubiese prendido la tele a los 30 minutos del segundo tiempo, y sin mirar el resultado, diría que River iba perdiendo.
Es que presionaba fuertemente en la zona rival, dejando espacios en líneas del fondo y dando las armas para que le jueguen de contragolpe. Cuando por lógica tendría que ser al revés: el gol debería dar tranquilidad al equipo, contener más la pelota en el medio campo y liquidarlo de contragolpe, teniendo elementos para esto (volantes rápidos y un puntero ideal).
Si a esto le sumamos que se desperdiciaron varias chances de gol, está el empate. Y otra vez a remarla de atrás.
Sería mediocre justificar el empate por errores arbitrales. Los hubo, pero el hincha tiene que entender que River se venía salvando, que Fénix avisó con aquel sombrero a Frascarelli que despejaron en la línea.
Basta de buscar justificaciones y consuelos baratos, hay que empezar a corregir los errores en casa y trabajar para que esto no suceda. Ya sabemos cómo funciona el sistema.
Quiero destacar el gran trabajo de Claudio Herrera en la defensa y, como mencioné en la columna anterior, Taborda sigue haciendo goles y dando que hablar.
Y en esta parte me quiero detener: creo que este plantel está para pelear cosas importantes y lo viene demostrando en estas temporadas. Ahora, aquel jugador que no esté de acuerdo con la causa, que lo diga, nadie le va a recriminar.
Se viene una semana cargadísima. El miércoles se juega el pico contra Cerro (seguimos aplaudiendo la violencia en la cancha y en los escritorios de la AUF) y el domingo el clásico contra Wanderers en el Saroldi, seis puntos que son fundamentales si queremos seguir en carrera.
El hincha tiene que estar tranquilo, que por lo que nos viene mostrando este campeonato viene parejo y todos van a dejar algún punto más en el camino. Ahora, tampoco a descansarnos que resultados como estos son los que nos pueden a hacer lamentarnos al final.