Claves
Las tres claves para entender porque perdimos el domingo.
En la columna anterior comenté que este campeonato venía muy parejo, que todos iban a dejar puntos y cuando dije todos, obviamente estábamos incluidos.
Las tres claves para entender porque perdimos el domingo:
River pierde el domingo porque le faltaron dos piezas elementales que sostienen y alimentan al cuadro de buen fútbol: Hamilton y Marques. Un Marques que había comenzado de titular en el partido y por una plancha en la zona tibial no pudo jugar el pico, ya que la herida le produjo una infección por el estancamiento de agua que había en la cancha.
Si bien el trabajo del Pollo e Inella no fue malo, les fue difícil acoplarse a la intensidad del partido y a un Rentistas de fuertes contragolpes difíciles de contener.
River pierde por el buen planteo que le hace Rentistas. Son los partidos que más nos cuestan, los planteamientos poco ofensivos de un cuadro que se cierra muy bien en las líneas finales y juega con la desesperación del gol que no llega.
Esto obligó a adelantar la línea de zagueros a media cancha y a que nos pongan bolas largas a espaldas de los zagueros para que corran Rivero y Cóccaro. Fíjense que el gol de ellos llega por un despeje para que corra Rivero.
Pero como dice el mago Almada: “Todo planteo es válido en el fútbol”. ¿Cuál es el factor que se reitera? River perdió los dos partidos con Rentistas, de local y de visitante.
River pierde por un error en la última zona, donde el margen de error es cero. Si un delantero comete un error difícilmente repercuta en el tanteador, pero si golero un comete un error la repercusión es directa.
Frascarelli, que viene siendo figura de este River, un golero que hasta los veteranos afirman que puede estar entre los mejores en la historia del club, cometió un error y eso lo hace persona. No es el culpable de esta derrota.
Destaco nuevamente el trabajo de Claudio Herrera y el Zurdo Rodríguez con interesantes desbordes.
El hincha tiene que estar tranquilo, este equipo va por buen camino. Evitemos los juicios apresurados y los gritos de desesperación detrás del banco de suplentes.
Dejemos que los que nos han demostrado que saben, hagan su trabajo. Que si hay un momento para sacar conclusiones va a ser al fin de este campeonato.
Las tres claves para entender porque perdimos el domingo:
River pierde el domingo porque le faltaron dos piezas elementales que sostienen y alimentan al cuadro de buen fútbol: Hamilton y Marques. Un Marques que había comenzado de titular en el partido y por una plancha en la zona tibial no pudo jugar el pico, ya que la herida le produjo una infección por el estancamiento de agua que había en la cancha.
Si bien el trabajo del Pollo e Inella no fue malo, les fue difícil acoplarse a la intensidad del partido y a un Rentistas de fuertes contragolpes difíciles de contener.
River pierde por el buen planteo que le hace Rentistas. Son los partidos que más nos cuestan, los planteamientos poco ofensivos de un cuadro que se cierra muy bien en las líneas finales y juega con la desesperación del gol que no llega.
Esto obligó a adelantar la línea de zagueros a media cancha y a que nos pongan bolas largas a espaldas de los zagueros para que corran Rivero y Cóccaro. Fíjense que el gol de ellos llega por un despeje para que corra Rivero.
Pero como dice el mago Almada: “Todo planteo es válido en el fútbol”. ¿Cuál es el factor que se reitera? River perdió los dos partidos con Rentistas, de local y de visitante.
River pierde por un error en la última zona, donde el margen de error es cero. Si un delantero comete un error difícilmente repercuta en el tanteador, pero si golero un comete un error la repercusión es directa.
Frascarelli, que viene siendo figura de este River, un golero que hasta los veteranos afirman que puede estar entre los mejores en la historia del club, cometió un error y eso lo hace persona. No es el culpable de esta derrota.
Destaco nuevamente el trabajo de Claudio Herrera y el Zurdo Rodríguez con interesantes desbordes.
El hincha tiene que estar tranquilo, este equipo va por buen camino. Evitemos los juicios apresurados y los gritos de desesperación detrás del banco de suplentes.
Dejemos que los que nos han demostrado que saben, hagan su trabajo. Que si hay un momento para sacar conclusiones va a ser al fin de este campeonato.