Cosa de gigantes
Pasar de sufrir ante un casi descendido Miramar a estrenar el Beira Rio contra Inter.
Hay pocos clubes en el mundo que aun jugando de manera irregular y padeciendo la doble competencia y el infortunio de las lesiones logran pelear los torneos. Generalmente se da cuando estos clubes compiten en ligas de bajo nivel.
El equipo de Fosatti, aun sin convencer a nadie, pelea raudamente la punta del Clausura, buscando “salvar el año” haciéndose con el torneo local y consecuentemente con el uruguayo. Y aun más después de la anticipada eliminación en la Copa Libertadores.
Creíamos que ya sin los largos viajes por el continente y después de la suspensión del partido ante los “cebritas” el fin de semana anterior, el DT iba a tener tiempo de recuperar a los futbolistas lesionados y sacar a luz el mejor juego posible para afrontar la recta final del clausura.
Pero volvió el futbol y volvió el mismo Peñarol, el que aun sin convencer ni deslumbrar a nadie pudo ganar y meterse en la conversación.
Podríamos escribir páginas acerca de cómo la mística, la historia y la camiseta son las razones por las que aun no resignamos el torneo local, pero prefiero buscar explicaciones más lógicas…
En primer lugar contamos con un futbolista que marca la diferencia y es ni más ni menos que Jonathan Rodríguez, quien en el peor momento del aurinegro en el partido, ingresó y en cinco minutos hizo lo que Carlos Núñez no pudo hacer en un año, definir un encuentro. Con un remate contra el palo desde afuera del área puso el 2 a 0 y a otra cosa.
Por otra parte noté una intención de juego, que a pesar de no verse plasmada en su totalidad en el campo de juego, alcanza para esperanzar a los hinchas con el título. El técnico ha llenado el once titular de futbolistas con buen manejo del balón como Hurtado, Aguiar y Estoyanoff, mostrando una clara apuesta al buen futbol.
PERO, seguimos siendo un equipo inestable y frágil en la defensa, no obstante el regreso de Piriz y su tarea defensiva en la zona de volantes es una buena noticia. También es bueno para la confianza el no haber recibido goles.
Así y todo, sufriendo y jugando mal, el carbonero alcanzó la punta el viernes y el domingo disputó de igual a igual un encuentro con carácter de amistoso ante Internacional de Porto Alegre con motivo de la reinauguración del estadio Beira Rio.
Aunque de movida el partido pintaba para una goleada con un 2 a 0 adverso, el manya se encontró poco a poco en la cancha. En el segundo tiempo logró descontar y hasta pudo haberlo igualado sobre el final.
De la disputa ante el rojo del sur de Brasil, ante 60.000 personas con cobertura internacional, Peñarol vuelve a Montevideo para preparar un partido clave ante la IASA.
Así son los verdaderos gigantes, los que sacan su mejor cara en sus peores momentos, los que juegan de igual a igual ante el Inter, Miramar o el Real Madrid, los que la historia los sigue convocando, y los que siguen dando la cara por nuestro futbol a nivel internacional a pesar del esfuerzo diario que hacen los empresarios de este deporte en nuestro país por arruinarlo.