Excelente triunfo académico en una cancha que nos ha sabido ser esquiva en cuanto a resultados. Lo mas importante de esto es que, si había un momento para ganar allá, era este.

A juzgar por el relato (sumamente parcial) de La Voz de Melo, no hicimos un gran partido, pero ganamos. Y esa era quizás, la única deuda de este grupo: saber ganar también aquellos partidos en los que no se llega tanto, o no se juega tan bien.

Otro hecho importante que se desprende del partido del domingo, es el gol de Gorocito. Una vez más apareció el goleador de Racing cuando lo necesitábamos.

Lo cierto es que el triunfo se había vuelto casi una necesidad para mantener (o tener aún más) la tranquilidad que otorga tener unos cuantos puntos de ventaja sobre nuestros perseguidores en la fatídica tabla del descenso.

Gracias a los flamantes tres puntos que nos trajimos de Cerro Largo, nos olvidamos de ellos como rivales por aquella tabla, y abrimos 11 con Sud América (que por mas que duplique es una diferencia apreciable), mantenemos 5 con Juventud que -a pesar de ser dirigida por Giordano- volvió a ganar, y le volvimos a sacar 4 a Cerro.

Es una pena que sigamos lejos de pensar en otra cosa, ya que los puestos de copas aún no están a nuestro alcance inmediato. De cualquier manera, con esta idea futbolística, bien podríamos planteárnoslo como objetivo para la siguiente temporada.

Alcanza con ver la tabla,para ver que en 10 partidos, ya sumamos tantos puntos como en 15 partidos con el anterior cuerpo técnico. No somos una maravilla, pero estamos mejor.

Tampoco podemos dormirnos en los laureles, ya que este fin de semana nos espera otra dura disputa frente a uno de los equipos que pelea por ser el campeón. Allí estaremos.

Vamos Racing.