No fue fácil la parada del fin de semana frente a El Tanque Sisley, que sin demasiado nos complicó las cosas. La novedad en los titulares fue que, al no estar Leandro Ezquerra, jugó desde el vamos Agustín Gutiérrez.

Sentimos la falta de Leandro en la elaboración. No porque Agustín no haya jugado bien, porque lo hizo, sino porque son jugadores diferentes. Si bien intentó tirarse un poco más atrás y jugar con los del medio, tiene un perfil más ofensivo, y quizás adolece a la hora de manejar con serenidad la pelota, o los tiempos para encontrar espacios.

Lo concreto es que no jugamos una buena primera parte. Si bien dominamos, tuvimos más la pelota y generamos un par de chances, no estábamos finos a la hora de elaborar juego. Mucho menos lo estaba la visita, por lo que el primer tiempo se volvió aburridísimo.

Quizás el que estaba más claro era Gorocito. Esto cambió cuando sobre la hora Cristian Tabó ejecuto un tiro libre magistral y la colgó de un ángulo para abrir el marcador a favor del cervecero. Y así nos fuimos al descanso.

Salimos dormidos a la segunda mitad del partido. Tanto, que nos costó un gol en los primeros minutos después de un rebote en el Loco Contreras.

Recién a partir de ahí se pudo ver el futbol de la Academia. Fuimos en busca del triunfo que tanto necesitábamos y empezamos a poner de a poco contra las cuerdas a un equipo que miraba con muy buenos ojos un empate.

Más que nada por izquierda, pero también en alguna incursión por derecha, desbordamos la defensa rival en busca del segundo. De hecho, producto de una jugada gestada por derecha, quedo “boyando” una pelota que se encontró de frente Agustín y la mandó a guardar.

Larriera no quiso cosas raras y nos dedicamos más bien a cerrar el partido. El resto de los minutos finales sobraron, y abrochamos el triunfo que nos deja por encima de todos los que pelean por el descenso, y cada vez más cerca del objetivo.

La semana que viene nos espera un lindo desafío frente a un equipo que pelea por ni más ni menos que la Tabla Anual, y ahí estaremos.

Por último, en una nota para nada feliz, quiero hacer mención a un hecho también acaecido este fin de semana, que es la desaparición física de un integrante de La Banda de la Estación. Yo personalmente no lo conocí, pero sé que hay mucha gente que sí, y para ellos y sus familiares va un apretado abrazo y sentido pésame.

¡Vamos Racing!