Te da alas
Malvín lidera las semis ante las “alas negras” por 2 - 0 y está un pasito de las finales.
Un escalón más cerca del objetivo, todavía falta y es partido a partido. Es difícil dominar la emoción cuando se trata del playero, pero no parece tan lejano que ganando cinco más seamos campeones. Me adelanto a un sueño, hay que ver qué pasa, pero estamos haciendo el camino.
El primer partido de la serie fue algo insólito. Lo que embocó Atenas durante todo el juego no tiene nombre. Pensé que no íbamos a poder, agregando la falta de rodaje del playero que se notó por donde lo mires, estaba casi segura que se nos iba.
¿Estuve mal, no? Perdíamos por 12 puntos y faltaban 3 minutos, perdimos por esa diferencia y más durante todo el trámite. Pero Malvín es Malvín y si algo tiene es jerarquía. Llegó el empate y el alargue para la locura de todos.
Me dio un tirón en el posterior del salto que pegué, la garganta sufrió las consecuencias pero qué manera más linda de ganar. El alargue fue otra historia, con muchos de los rivales ya con cinco faltas, más el envión anímico que traíamos encima, el partido fue nuestro por 104 - 98.
El segundo encuentro ya fue otra cosa y una aplanadora azul pasó por el Palacio. Tres días antes habíamos recibido 32 puntos en un cuarto. En este caso recibimos 38 en tres cuartos, una gran diferencia.
Sin dudas la defensa de Malvín se hizo sentir, los porcentajes de acierto de ellos fueron más “normales” y nosotros de a poco fuimos recuperando el juego colectivo que sin jugar durante semanas ya había quedado en el olvido.
Me quedo con un arranque monumental de Fiti y con los 31 puntos de Calfani. Lo de Mathías fue brillante y completito. Sigo insistiendo que Chaney y Kanté son los extranjeros que necesitamos y siempre aportan para el equipo. Faltaría que Newsome levantara (fundamental) para pensar de forma positiva en lo que se viene.
El partido terminó 83 - 56 y hasta los pibes pudieron jugar un par de minutos. Uno más y a la final. Me cuesta pensar que Atenas pueda darnos vuelta la serie.
El lunes vamos con la escoba en mano, por las dudas. Con las alas bien abiertas de gaviotas ilusionadas con una copa más. Gracias barriada, gracias equipo.
¡Malvín y nada más!
El primer partido de la serie fue algo insólito. Lo que embocó Atenas durante todo el juego no tiene nombre. Pensé que no íbamos a poder, agregando la falta de rodaje del playero que se notó por donde lo mires, estaba casi segura que se nos iba.
¿Estuve mal, no? Perdíamos por 12 puntos y faltaban 3 minutos, perdimos por esa diferencia y más durante todo el trámite. Pero Malvín es Malvín y si algo tiene es jerarquía. Llegó el empate y el alargue para la locura de todos.
Me dio un tirón en el posterior del salto que pegué, la garganta sufrió las consecuencias pero qué manera más linda de ganar. El alargue fue otra historia, con muchos de los rivales ya con cinco faltas, más el envión anímico que traíamos encima, el partido fue nuestro por 104 - 98.
El segundo encuentro ya fue otra cosa y una aplanadora azul pasó por el Palacio. Tres días antes habíamos recibido 32 puntos en un cuarto. En este caso recibimos 38 en tres cuartos, una gran diferencia.
Sin dudas la defensa de Malvín se hizo sentir, los porcentajes de acierto de ellos fueron más “normales” y nosotros de a poco fuimos recuperando el juego colectivo que sin jugar durante semanas ya había quedado en el olvido.
Me quedo con un arranque monumental de Fiti y con los 31 puntos de Calfani. Lo de Mathías fue brillante y completito. Sigo insistiendo que Chaney y Kanté son los extranjeros que necesitamos y siempre aportan para el equipo. Faltaría que Newsome levantara (fundamental) para pensar de forma positiva en lo que se viene.
El partido terminó 83 - 56 y hasta los pibes pudieron jugar un par de minutos. Uno más y a la final. Me cuesta pensar que Atenas pueda darnos vuelta la serie.
El lunes vamos con la escoba en mano, por las dudas. Con las alas bien abiertas de gaviotas ilusionadas con una copa más. Gracias barriada, gracias equipo.
¡Malvín y nada más!