River se jugaba todo: la posibilidad de quedar primero en la Tabla Anual e ilusionarse por estar en las finales del Campeonato Uruguayo. Y parece que el hincha lo olvidó. Los fieles a Saroldi nos encontramos con una cancha a medio llenar y con frío, mucho frío.

Con respecto al partido, lo podemos dividir en dos: River con Taborda y el monólogo de Racing. Creo que hasta el más optimista para el domingo (y me incluyo en ellos) perdió toda esperanza cuando el Flaco Taborda fue expulsado.

¿Qué decir de esto? No creo que haya sido intencional y en parte es su juego, ser molesto en el área, pechar, empujar a los zagueros. No le salió bien y lo terminamos pagando carísimo.

Lo cierto es que nos quedamos sin el 9 que viene salvando a River en las últimas fechas. El goleador se fue y empieza la debacle. Hace tiempo que River carece de ideas en ausencia de Taborda y se ha estado limitando a desbordar por las bandas con volantes rápidos y levantar el centro para buscar al 9.

Para colmo de las situaciones Racing se había puesto 1 - 0 y se terminó el primer tiempo.

La otra parte del partido es un monólogo de un Racing que supo tener la pelota, buscar el espacio y aprovechar la superioridad numérica. Sin embargo, River dio pelea hasta el final.

Nuevamente el Pelo Santos y su ambición de ir al todo por el todo hizo recuperar la ilusión, pero duró poco. El Lea se fue con roja directa al vestuario por un patadón a destiempo y con nueve la cosa se puso muy complicada.

Racing dominaba, tocaba en el medio de la cancha pero las más claras llegaron para River y nuevamente nos faltó ese jugador con olfato goleador. River necesita y necesitaba un goleador para este campeonato.

Racing contragolpeó, encontró mal parado a River. Aprovechando la superioridad numérica nos liquidó y adiós a toda ilusión, nuevamente a dar vuelta la hoja y empezar de nuevo.