Peñarol, desinteligencia
El equipo de Fosatti, ante Liverpool, casi palma.
Con una ilusión renovada, luego de dos partidos de ensueño en los que Peñarol había ganado, gustado y goleado, donde habíamos disfrutado de goles de Macaluso y hasta de Carlos Núñez, llegaban centenas de hinchas al Centenario a disfrutar lo que iba hacer una cómoda victoria ante los de la Cuchilla.
Había que ganar para seguir dependiendo exclusivamente de nosotros, e incluso había chances de campeonar si Wanderers perdía.
Pero el carbonero del jogo bonito y del toco y me voy no pudo pagar la entrada que puso el presidente del negriazul, y por lo tanto no se dio cita en el coloso de cemento. La irresponsabilidad y la desatención en el fondo, al igual que el compañero del viral video, sacaron “Socio Espectacular” y fueron invitados de lujo en la tarde del domingo.
El aurinegro comenzó el encuentro con un excesivo nerviosismo, lo que marcó rápidamente una diferencia respecto a los partidos ante Nacional y Juventud. Pero todo se vino abajo cuando Macaluso cometió la torpeza que puede llegar a costar un campeonato entero: propinó una patada totalmente innecesaria que significó un penal y un gol de Pezzolano.
Luego de esto, el mirasol se tiró arriba con pocas ideas pero mucho tesón, y así se fue un primer tiempo con más penas que glorias y un Peñarol a la deriva.
En los segundos 45 se encontraron más espacios, puesto que Liverpool también necesitaba ganar y por lo tanto se armaron circuitos de juego por las bandas lo que le permitió a Pacheco colocar alguna pelota en el área con peligro.
Pero Jona Rodríguez no tuvo su mejor tarde y Carlos Núñez volvió a ser Carlos Núñez. Al igual que este último, ingresó Estoyanoff, quien tuvo un par de desbordes por derecha, hasta que bajó un buen balón en el área y con un tiro esquinado puso el empate y la esperanza se renovó en los corazones manyas.
Pero así como llegó el empate, llegó el gol de la victoria de Wanderers, lo que ponía al bohemio arriba en la tabla a falta de una fecha y 10 minutos de la anterior.
El actual campeón uruguayo volvió con todo en un desesperado ataque y estuvo cerca varias veces pero no fue suficiente, los minutos se consumían y el gol no llegaba.
Como si esto fuera poco, la “cabecita” de Jonathan Rodríguez falló sobre el final y se hizo expulsar luego de una acalorada discusión con un jugador negriazul.
Con ese 1 - 1, fue como el campeón del siglo hipotecó sus chances en el Clausura, su ilusión de Libertadores y su sueño de medio siglo de victorias locales.
Pero no está todo perdido señores, debemos recordar que estamos hablando del Peñarol de los milagros. Aunque dependamos de que El Tanque, un equipo que no gana hace diez fechas, le saque algún punto al bohemio, debemos ganar ante Cerro Largo y aguardar el clásico portento que siempre favorece al club de las rayas de oro y carbón.
Había que ganar para seguir dependiendo exclusivamente de nosotros, e incluso había chances de campeonar si Wanderers perdía.
Pero el carbonero del jogo bonito y del toco y me voy no pudo pagar la entrada que puso el presidente del negriazul, y por lo tanto no se dio cita en el coloso de cemento. La irresponsabilidad y la desatención en el fondo, al igual que el compañero del viral video, sacaron “Socio Espectacular” y fueron invitados de lujo en la tarde del domingo.
El aurinegro comenzó el encuentro con un excesivo nerviosismo, lo que marcó rápidamente una diferencia respecto a los partidos ante Nacional y Juventud. Pero todo se vino abajo cuando Macaluso cometió la torpeza que puede llegar a costar un campeonato entero: propinó una patada totalmente innecesaria que significó un penal y un gol de Pezzolano.
Luego de esto, el mirasol se tiró arriba con pocas ideas pero mucho tesón, y así se fue un primer tiempo con más penas que glorias y un Peñarol a la deriva.
En los segundos 45 se encontraron más espacios, puesto que Liverpool también necesitaba ganar y por lo tanto se armaron circuitos de juego por las bandas lo que le permitió a Pacheco colocar alguna pelota en el área con peligro.
Pero Jona Rodríguez no tuvo su mejor tarde y Carlos Núñez volvió a ser Carlos Núñez. Al igual que este último, ingresó Estoyanoff, quien tuvo un par de desbordes por derecha, hasta que bajó un buen balón en el área y con un tiro esquinado puso el empate y la esperanza se renovó en los corazones manyas.
Pero así como llegó el empate, llegó el gol de la victoria de Wanderers, lo que ponía al bohemio arriba en la tabla a falta de una fecha y 10 minutos de la anterior.
El actual campeón uruguayo volvió con todo en un desesperado ataque y estuvo cerca varias veces pero no fue suficiente, los minutos se consumían y el gol no llegaba.
Como si esto fuera poco, la “cabecita” de Jonathan Rodríguez falló sobre el final y se hizo expulsar luego de una acalorada discusión con un jugador negriazul.
Con ese 1 - 1, fue como el campeón del siglo hipotecó sus chances en el Clausura, su ilusión de Libertadores y su sueño de medio siglo de victorias locales.
Pero no está todo perdido señores, debemos recordar que estamos hablando del Peñarol de los milagros. Aunque dependamos de que El Tanque, un equipo que no gana hace diez fechas, le saque algún punto al bohemio, debemos ganar ante Cerro Largo y aguardar el clásico portento que siempre favorece al club de las rayas de oro y carbón.