La hora de las confirmaciones
Nos vemos el domingo, contra el viejo Rampla, como siempre, contra el alambrado.
Terminó lo que para la hinchada buzona fue una temporada de festejos -subimos después de tanto tiempo, cumplimos un siglo jugando en Primera, ganamos en el Centenario, nos mantuvimos en Primera División, tenemos libro, película y sello de El Correo- y a partir de este fin de semana asoma un año de confirmaciones.
Para muchos puede ser hasta un apunte frívolo, pero para nosotros, que estuvimos 17 años en el páramo de la B, a punto de bajar a la C o -lo que hubiera sido infinitamente peor y definitivo- a minutos de dejar de competir por deudas, es un enorme motivo de celebración el haber estado dos temporadas seguidas expectantes por el fixture de la A.
Pasada la euforia y ya habiendo vuelto a pisar el terreno de la principal divisional, ahora, con nuevo cuerpo técnico y nuevas ilusiones, volvemos al ruedo contra un cuadro hermano, el “Viejo Rampla”, compañero de nacimiento hace cien años, conocedor como nosotros de glorias y crisis profundas.
Los amigos ramplenses se llevaron al querido “Chacha” Malán. Gonzalo, con su olfato goleador y su garra, fue uno de los emblemas del histórico ascenso y no puedo menos que desearle toda la suerte del mundo en esta nueva oportunidad que el fútbol le otorga (que haga muchos goles salvo en dos partidos, claro).
En casa, tranquilos y expectantes, con el regreso del matador Maureen Franco y los que recién se acaban de sumar. El nuevo técnico, Jorge “El Flaco” Vivaldo (inolvidable para los amantes del fútbol argentino en su carrera como arquero), arranca con todo el entusiasmo esta etapa para sumar otra experiencia en su currículum pero también, según ha declarado, para tratar de consolidar lo obtenido el último campeonato y mirar más allá.
Unas palabras acerca de Federico Gallego. En estas horas, ante los típicos rumores de temporada de pases, el egoísmo del hincha pelea con los buenos deseos y los merecimientos. Sabemos que se puede ir en cualquier momento, a Italia o donde sea, y sabemos que le va a ir muy bien.
Sabemos que es un gran, gran jugador y que en su futuro hay horizontes mucho más lejanos que los de la IASA. Sabemos de su talento, su entrega y su profesionalismo incuestionable, pero también sabemos que por su sangre corre un buen torrente naranja que lo convirtió, sin exagerar, en uno de los referentes de la barra del alambrado en la última década.
Si la suerte favorece al hincha, este campeonato Fede terminará de confirmar su valor, en compañía de tantos otros muchachos que tienen tanto para darnos.
Así arranco esta columna del hincha buzón, agradeciendo a los amigos de Por Decir Algo la oportunidad y abrazando con las palabras a todos los hinchas, jugadores, dirigentes, gerenciadores, funcionarios y allegados de la IASA.
Lamentablemente tengo ya varios fines de semana comprometidos con temas de trabajo y algún viajecito que me impedirán ir a la cancha en varias ocasiones. Para ello no voy a dudar ni un minuto en citar a mis amigos, los cuatro héroes de www.iasa1914.com, o de pedirle algún comentario al Killy, a Adrián, a Ludys, a Raúl, a Marquitos, al Tato o al buzón que sea, porque todos queremos lo mismo, sufrimos y disfrutamos por lo mismo.
Nos vemos el domingo, contra el viejo Rampla, como siempre, contra el alambrado, con el grito de “Goles Goles” inexorablemente de fondo, con casi 101 años y en primera, al día, con proyectos, más que vivos y llenos de ilusiones.
¡Vamos la IASA! ¡Vamos -como dice nuestro himno- el "pequeño gigante del fútbol de un país campeón mundial"!.
Para muchos puede ser hasta un apunte frívolo, pero para nosotros, que estuvimos 17 años en el páramo de la B, a punto de bajar a la C o -lo que hubiera sido infinitamente peor y definitivo- a minutos de dejar de competir por deudas, es un enorme motivo de celebración el haber estado dos temporadas seguidas expectantes por el fixture de la A.
Pasada la euforia y ya habiendo vuelto a pisar el terreno de la principal divisional, ahora, con nuevo cuerpo técnico y nuevas ilusiones, volvemos al ruedo contra un cuadro hermano, el “Viejo Rampla”, compañero de nacimiento hace cien años, conocedor como nosotros de glorias y crisis profundas.
Los amigos ramplenses se llevaron al querido “Chacha” Malán. Gonzalo, con su olfato goleador y su garra, fue uno de los emblemas del histórico ascenso y no puedo menos que desearle toda la suerte del mundo en esta nueva oportunidad que el fútbol le otorga (que haga muchos goles salvo en dos partidos, claro).
En casa, tranquilos y expectantes, con el regreso del matador Maureen Franco y los que recién se acaban de sumar. El nuevo técnico, Jorge “El Flaco” Vivaldo (inolvidable para los amantes del fútbol argentino en su carrera como arquero), arranca con todo el entusiasmo esta etapa para sumar otra experiencia en su currículum pero también, según ha declarado, para tratar de consolidar lo obtenido el último campeonato y mirar más allá.
Unas palabras acerca de Federico Gallego. En estas horas, ante los típicos rumores de temporada de pases, el egoísmo del hincha pelea con los buenos deseos y los merecimientos. Sabemos que se puede ir en cualquier momento, a Italia o donde sea, y sabemos que le va a ir muy bien.
Sabemos que es un gran, gran jugador y que en su futuro hay horizontes mucho más lejanos que los de la IASA. Sabemos de su talento, su entrega y su profesionalismo incuestionable, pero también sabemos que por su sangre corre un buen torrente naranja que lo convirtió, sin exagerar, en uno de los referentes de la barra del alambrado en la última década.
Si la suerte favorece al hincha, este campeonato Fede terminará de confirmar su valor, en compañía de tantos otros muchachos que tienen tanto para darnos.
Así arranco esta columna del hincha buzón, agradeciendo a los amigos de Por Decir Algo la oportunidad y abrazando con las palabras a todos los hinchas, jugadores, dirigentes, gerenciadores, funcionarios y allegados de la IASA.
Lamentablemente tengo ya varios fines de semana comprometidos con temas de trabajo y algún viajecito que me impedirán ir a la cancha en varias ocasiones. Para ello no voy a dudar ni un minuto en citar a mis amigos, los cuatro héroes de www.iasa1914.com, o de pedirle algún comentario al Killy, a Adrián, a Ludys, a Raúl, a Marquitos, al Tato o al buzón que sea, porque todos queremos lo mismo, sufrimos y disfrutamos por lo mismo.
Nos vemos el domingo, contra el viejo Rampla, como siempre, contra el alambrado, con el grito de “Goles Goles” inexorablemente de fondo, con casi 101 años y en primera, al día, con proyectos, más que vivos y llenos de ilusiones.
¡Vamos la IASA! ¡Vamos -como dice nuestro himno- el "pequeño gigante del fútbol de un país campeón mundial"!.