La tarde de Maureen

Volvió Maureen. Su reencuentro con la camiseta naranja no pudo ser mejor.

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Después de haber entrado por la puerta grande a la mejor historia de Sud América en una campaña demoledora para el ascenso, dejando aquel inolvidable doblete como postal en el último partido de la IASA en la B, los hinchas buzones nos preguntábamos si alguna vez íbamos a volver a disfrutar de Maureen Franco en nuestro cuadro.

Casi sobre el final del plazo, cuando prácticamente era un hecho que se iba a Progreso después de jugar en el interior y de a ratos, volvió y nos hizo sonreir y gritar de nuevo, como nos tiene acostumbrados.

Alejado casi un año y medio de la IASA que lo vio volver a la A después de 17 años rompiendo las redes, para romper, a la vez, el círculo vicioso que nos encadenaba a la B, volvió desde el banco para demostrar por qué el cariño que él y los hinchas se tienen recíprocamente.

Habiendo aprovechado como pocos aquella oportunidad que la IASA le había dado en la B, alguien quiso que en el Sud América del campeonato anterior Maureen no tuviera lugar. Hoy, por suerte para el hincha, volvió de nuevo a demostrar que el olfato goleador, el talento y la garra no se pierden.

Hasta hubo quienes -ignorando las enseñanzas básicas del fútbol- lo daban por terminado para el profesionalismo, sin saber que cuando se lleva en la sangre esa ansia por el gol y esa entrega en cada pelota, siempre hay energía para entregar.

La de este domingo fue otra tarde inolvidable. Empezamos ganando, de atrás y a un rival que peleará por la permanencia. Arrancamos con muchos ajustes para hacer y sin explotar todas las virtudes que podemos tener.

Con un sensacional Pechu Yantorno, con la entrega de todos los que ya conocemos bien, desde el arco en adelante, y por cierto extrañando a Pellejero y el Bebu Luna, dos pilares del cuadro que por suerte la próxima fecha vuelven a estar a la orden.

El de este domingo fue un buen arranque de las incorporaciones, lo que suma a la buena señal del nuevo cuerpo técnico que empieza con triunfo y -parece- queriendo jugar bien, aunque el desastroso estado del Palermo lo impida.

A todos los jugadores, gracias por empezar con una alegría, al cuerpo técnico la confianza del hincha. Y a Maureen Franco: gracias de nuevo, animal, por hacer los dos goles, de atrás en menos de un tiempo y gracias también por el abrazo de gol de siempre con la barra del alambrado.