Nosotros tranquilos
Cada partido hace menos goles y hasta juega peor, pero el aurinegro mantiene un 100% de efectividad en lo que va de la temporada.
La lluvia era una constante en el Estadio Centenario y el segundo tiempo avanzaba a una velocidad infernal cuando Jorge Rodríguez logró vencer el arco defendido por Fabian Carini. Fue un remate bien colocado y un verdadero alivio para todo el equipo.
El partido había comenzado de manera auspiciosa, aunque los contragolpes del equipo pedrense eran una amenaza. Peñarol llegaba con comodidad al área rival, ensanchando la cancha con toques en corto como lo había hecho ante el Wilstermann.
Pero, a diferencia del partido de entre semana, el domingo Peñarol extrañó mucho a Zalayeta ya que faltó una referencia en el área que pudiera abrir una brecha en la zaga rival. Por eso careció de peso ofensivo, y aunque tenía la posesión no podía rematar con facilidad.
En el segundo tiempo, ya con una copiosa lluvia cayendo, el campeón del siglo continuó buscando cada vez más desesperadamente el gol. En frente tenía un equipo que estaba haciendo su negocio cerrándose atrás y manteniendo el 0 en el arco.
Fue ahí que llegó el remate de un japonés que está empezando poco a poco a demostrar sus verdaderas condiciones. Este gol y los goles ante Cerro y el equipo boliviano no son una casualidad.
Al “Japo” se lo ve con un gran estado físico, por ende mucho más participativo en el juego y con una mayor confianza. Este es sin dudas el Jorge Rodríguez que Peñarol fue a buscar.
Lo cierto es que el campeón del siglo mantiene una racha de tres victorias consecutivas en menos de una semana. Además no ha recibido goles, lo que habla de un correcto trabajo defensivo, que se hace notar sobre todo en las jugadas de balón parado.
Es este el momento de confirmar la buena racha cerrando la clasificación en Bolivia. Para eso el decano deberá escalar 2500 metros y disputar el encuentro de vuelta ante Jorge Wilstermann.
Con un parcial de 2 - 0, es menester disputar el encuentro con tranquilidad y mucho orden. La solidez defensiva ante la presión de los primeros minutos es vital. También es importante la salida rápida, para lo que debemos explotar adecuadamente la velocidad de nuestros delanteros.
Solo con el peso de la historia debería alcanzar para clasificarnos, pero no podemos descansarnos en el respeto que nos tiene el rival. Este viaje y este partido en la altura es importante para consolidar el grupo y ratificar este buen momento.
La Copa Sudamericana no es tan fácil como todo el mundo tiende a creer, pero no me imagino lo difícil que debe ser para los rivales sabiendo que la disputa Peñarol.
El partido había comenzado de manera auspiciosa, aunque los contragolpes del equipo pedrense eran una amenaza. Peñarol llegaba con comodidad al área rival, ensanchando la cancha con toques en corto como lo había hecho ante el Wilstermann.
Pero, a diferencia del partido de entre semana, el domingo Peñarol extrañó mucho a Zalayeta ya que faltó una referencia en el área que pudiera abrir una brecha en la zaga rival. Por eso careció de peso ofensivo, y aunque tenía la posesión no podía rematar con facilidad.
En el segundo tiempo, ya con una copiosa lluvia cayendo, el campeón del siglo continuó buscando cada vez más desesperadamente el gol. En frente tenía un equipo que estaba haciendo su negocio cerrándose atrás y manteniendo el 0 en el arco.
Fue ahí que llegó el remate de un japonés que está empezando poco a poco a demostrar sus verdaderas condiciones. Este gol y los goles ante Cerro y el equipo boliviano no son una casualidad.
Al “Japo” se lo ve con un gran estado físico, por ende mucho más participativo en el juego y con una mayor confianza. Este es sin dudas el Jorge Rodríguez que Peñarol fue a buscar.
Lo cierto es que el campeón del siglo mantiene una racha de tres victorias consecutivas en menos de una semana. Además no ha recibido goles, lo que habla de un correcto trabajo defensivo, que se hace notar sobre todo en las jugadas de balón parado.
Es este el momento de confirmar la buena racha cerrando la clasificación en Bolivia. Para eso el decano deberá escalar 2500 metros y disputar el encuentro de vuelta ante Jorge Wilstermann.
Con un parcial de 2 - 0, es menester disputar el encuentro con tranquilidad y mucho orden. La solidez defensiva ante la presión de los primeros minutos es vital. También es importante la salida rápida, para lo que debemos explotar adecuadamente la velocidad de nuestros delanteros.
Solo con el peso de la historia debería alcanzar para clasificarnos, pero no podemos descansarnos en el respeto que nos tiene el rival. Este viaje y este partido en la altura es importante para consolidar el grupo y ratificar este buen momento.
La Copa Sudamericana no es tan fácil como todo el mundo tiende a creer, pero no me imagino lo difícil que debe ser para los rivales sabiendo que la disputa Peñarol.