Saber cerrar
La mayor falencia que tuvimos en estos 180 minutos de juego fue no saber “cerrar” los partidos.
Van dos partidos, y todavía no hay elementos para sacar conclusiones, pero la mayor falencia que tuvimos en estos 180 minutos de juego fue quizás no saber “cerrar” los partidos.
Rampla es ordenado, intenta hacer su juego, pero en ambos partidos disputados se encontró repetidas veces en ventaja y no supo consolidar esa situación.
La hinchada, pese a la distancia y la situación climática, llegó en respetable número a acompañar al elenco de Saralegui al Campeones Olímpicos de Florida. El buen estado del campo de juego invitaba al buen fútbol y por momentos -con nuestras armas- lo supimos hacer.
Los once iniciales fueron: Long; Vargas, García, Píriz, Cuello; Anchén, Barreto, Aprile; Vega; Dzeruvs y Malán.
El partido fue cambiante, como el resultado (3 - 3), pero nuestro equipo mostró más juego y dinámica durante gran parte del mismo. La buena actuación de Aprile, Vega y de ambos delanteros potenció la labor rojiverde.
Rampla buscaba distribuir el juego en el medio campo y colocar pases largos para explotar la velocidad de Dzeruvs y la potencia de Malán. Las mejores alternativas rojiverdes llegaban producto de quites y salidas rápidas, la mayoria de estas pasaban por los pies de Aprile y Vega.
Fue el propio Aprile quien, cuando promediaba el primer tiempo, quitó un balón y se lo cedió al juvenil tricolor que condujo la contra de gran manera, esperando el momento preciso para ponerle una bocha justa a Malán. El ex buzón, de intratable tarde, puso la apertura en definición cruzada.
La alegría no duró nada, puesto que Burgueño puso un golazo de otro partido y emparejó el cotejo. Rampla siguió buscando con las mismas armas hasta que en un corner, el juez cobró un penal por supuesto agarrón.
Sí, después de mil fechas nos cobran un penal, que el propio Malán cambió por gol faltando 10’ para terminar la primera parte. Es imposible saber si fue o no. Sin mayores problemas para nuestro arco, salvo algún centro, se nos fue el primer tiempo.
La segunda mitad se plasmó de la misma manera, pero con un partido aún más abierto y con menos circulación en la mitad de cancha. Fue a los 15’ del complemento que una pelota por derecha y varios rebotes en el área terminaron en el pie de Malán para terminar de abrochar su hattrick.
Faltaba un largo trecho de partido y teníamos que hacer lo que más nos cuesta: cerrarlo. El equipo siguió buscando y tuvo la chance para liquidar el pleito. Gonzalo Vega le metió una pelota “iniestiana” a Dzeruvs, que quedó de cara al golero local e intentó eludirlo sin éxito. Era el gol y el partido. No entró y se pagó caro.
Minutos después, historia conocida: tomamos un gol de corner que cruzó por toda el área y luego hicimos un penal en una segunda pelota que quizás se podría haber evitado. Para peor sufrimos la expulsión (correcta, por cierto) de Barreto en esa incidencia por doble amarilla.
Más allá del mano a mano de Paul, existió otra alternativa que cambió el partido: faltando 12 minutos Saralegui sacó al propio Dzeruvs y colocó en cancha a Galo. Delantero por mediocampista, pasando a Vega de mediapunta.
Lejos de querer hacer leña del árbol caído y no queriendo opinar con el diario del lunes, Paul por su lucha no debió salir y el cambio debió ser quizás para refrescar el mediocampo. El equipo se tiró atrás, más allá que el rival también juega y lo pagamos caro.
Como positivo corresponde destacar el mejor juego asociado, los goles de Malán y las actuaciones de Aprile, Dzeruvs y Vega. La defensa, pese a haber tomado tres goles, se mostró solvente y bien parada. Existió una buena labor de Píriz, cubriendo espacios y de García luchando. Tomamos un gol por una desatención y otros dos de penal y tiro libre.
Queda la tranquilidad que existe material con el que dar pelea y las ganas que se ajusten esas desatenciones defensivas para así lograr cerrar partidos y hacernos de puntos importantes.
¡Fuerza Rampla, a seguir metiendo!