Rampla volvió a Primera. Dos largos años en la Segunda División nos pusieron de cara a un debut en la máxima categoría. Un domingo, soleado, ideal para ver al Picapiedra. La gente no defraudó y se hizo presente de gran forma en el Parque Palermo.

Poco tiempo de trabajo, pocos amistosos e incorporaciones aún por cerrarse fueron la constante de nuestra etapa de preparación. Sin buscar culpables ni nada, ¡todo muy Rampla!

Quiso el azar que sea frente a la IASA, lo más parecido a una institución hermana, si es que existe tal cosa en el fútbol oriental. ¡Al menos así me lo enseñó mi abuelo y usted, estimado lector, no va a andar discutiendo a mi abuelo!

El escaso tiempo de trabajo fue -quizás- lo que impulsó a nuestro DT, Marcelo Saralegui, a poner en cancha la misma base que terminó jugando el torneo pasado. Solo se registraron dos cambios: Emiliano García y Gonzalo Malán, sustituyendo a Alejandro Rodríguez y Sebastián Gularte, ambos bajas luego de finalizados los playoffs de Segunda División.

Rampla formó con Bernardo; Coto, García, Danny Tejera, Cuello; Anchén, Barreto, Galo; Richard; Malán y Paul.

No voy a intentar hacer un análisis puesto que el mismo ya fue realizado acá, solo voy hacer referencia a valoraciones personales con altas dosis de subjetividad, como le gusta al hincha.

Rampla mostró en cancha no más de lo que esperaba. El equipo y la forma de jugar de Saralegui, de ahora en más “Sarala”, es muy vertical y no se caracteriza por el excesivo trato de pelota. Rampla buscó eso: pelotas largas por las bandas buscando la movilidad de Malán y Dzeruvs, teniendo a Richard como lanzador y el que va a buscar la “segunda pelota”.

Para muestra de esto último basta con ver el gol. La clase de Richard es indiscutible, desde estos teclados siempre fue respaldado, debemos intentar acompañarlo.

Rampla jugó la mayoría del partido de manera inteligente, quizás defendiendo muy atrás, pero llevando el partido al terreno que le servía; fricción y juego entreverado. El primer tiempo terminó y nos encontró ganadores. La segunda parte nos encontraba controlando el partido, sin mayores sobresaltos, pero notando el desgaste de algunos valores en mitad de cancha.

Corrían poco más de 60’ de juego cuando RN10 dejó la cancha y le dio paso al juvenil tricolor Gonzalo Vega. Richard no pudo gravitar de gran manera en el partido, más allá del golazo que convirtió.

La idea de “Sarala” fue darle más dinámica al mediocampo y buscar salidas más rápidas. La realidad muestra que todo se derrumbó cuando en 5 minutos tomamos dos goles. Un tiro libre que desafortunadamente rebotó en la espalda de Long y luego un penal, al menos discutible.

El arbitraje dejó ver una clara dualidad de criterios, pero mi lado mesurado me lleva a relativizar este juicio por mi condición de hincha.

Rampla buscó durante los últimos 15 minutos el empate, dejando todo, pero sin éxito. Un tiro libre, algún cabezazo y alguna pelota dividida que encontró atento al golero buzón fueron las chances generadas.

Así se fue el debut, nos quedamos con las manos vacías cuando al menos merecimos un empate. Pagamos caros errores claves y no supimos proponer más cuando estuvimos en ventaja para lograr cerrar el partido.

Como puntos altos de la jornada corresponde señalar a la concurrencia, los rendimientos individuales del debutante García, Barreto, Galo y Paul. Estos tres últimos de incansable faena en mitad de cancha.

Ahora tocará El Tanque en Florida, el terreno de juego será más amigable para jugar y nos encontrará con una semana más de trabajo, esperemos hacernos de los tres puntos.

¡Hay material, vamos a dar pelea, fuerza Rampla!