Siempre 12 contra 11

Este sábado pasado recibimos a Fénix y, como dice el título, la sensación es de bronca con los arbitrajes.

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En líneas generales fue un buen partido de nuestro equipo, sobre todo cuando fue llamado a mantener la calma en los momentos más complicados.

Lo bueno: La alegría de poder ver un Omar Odriozola reluciente. La ciudad de Paso de los Toros se vistió de gala para recibir a la máxima categoría del fútbol uruguayo y no decepcionó. Muchos de los estadios de la capital en los que se juegan los partidos todos los fines de semana se encuentran en peores condiciones.

Por otro lado, no sorprende la cantidad de hinchas de Tacuarembó, se esperaba una gran concurrencia por parte de nuestra parcialidad y no falló.

A título personal, es bueno reconocer la cantidad de hinchas del rival que se hicieron presentes, muchos más de los que uno esperaba ver, siendo esta una actitud muy sana para el fútbol uruguayo. Cabe destacar que el clima ayudó a que el partido fuese una verdadera fiesta.

Lo malo: Va de la mano de lo bueno. Seguramente haya muchos ejemplos similares al que nos regalaron los isabelinos en esta fecha. Ojalá pueda darse una mayor integración en nuestro torneo local, de forma tal que nos permita descubrir estadios y escenarios que, afortunadamente, no tienen muchas de las carencias que sí poseen los de la capital.

Lo positivo: El partido. Nos enfrentábamos a un gran equipo con un entrenador que sabe lo que quiere y que está muy bien armado de mitad de cancha hacia adelante. En esta jornada se destacó otra figura, su golero Michel Tabárez.

Tacuarembó fue superior logrando arrinconar en varias oportunidades al visitante y ponerlo contra las cuerdas, debiendo ellos recurrir a sistemáticas infracciones para cortar el avance rojiblanco.

Pese a que no se consiguieron los tres puntos, perder de esta forma reconforta porque nos muestra que hay muy buen material de cara a los próximos partidos. Los resultados se consiguen en base a goles y no a rendimientos.

Lo negativo: Los jueces. Es impresentable el nivel del arbitraje uruguayo. Un penal inexistente de Lucas López, que es difícil de comprender cómo pudo ser pitado, logró ampliar la ventaja de los capitalinos.

Por si fuera poco, una clara mano de Boné adentro del área en el primer tiempo y un burdo empujón de Pallas sobre el “Paragua” Sánchez en el segundo fueron desestimados por la terna. En columnas anteriores se trató el tema, ya no sorprende, toda la vida fue así. Sin embargo no deja de dar bronca.

Por otro lado, es preocupante la cantidad de lesiones y afecciones del plantel principal. Silva y Bruschi fracturados, Enzo Perez jugando partidos infiltrado, González operado de apendicitis, Assis con sobrecarga muscular y recientemente Fiordelmondo, Padula y Ferreira con gripe.

Las aspiraciones: Seguir manteniendo la idea de juego, el partido dejó sensaciones positivas. Esperemos que las incorporaciones de Guarino y Rodríguez puedan adaptarse de la mejor manera a la idea del entrenador. Ahora nos toca visitar un rival duro, con un gran plantel y un entrenador con mucha experiencia. Sin embargo, el Tacua nunca se rinde.

La nota de color: El gol de Aldo frente a su gente. Muy merecido.