Con los pies en el barro
El crack de Nuevo Berlín se mueve sobre cualquier superficie. Esta vez sentenció a Cerro con dos golazos.
Foto: AUF
Increíble el estado de la cancha en la que tuvimos que jugar el domingo. Más barro que pasto tenía el piso del Tróccoli. El clima no había ayudado ni un poquito y de hecho varios partidos se jugaron en situaciones insólitas.
Los once violetas no parecieron tener demasiados problemas con el tema y como buenos guerreros salieron a dar pelea.
De arranque, nos pusimos en ventaja por la plancha que recibió Arambarri, que hizo que Cerro se quedara con uno menos a los cinco minutos del primer tiempo. Ventaja que por suerte supimos aprovechar a lo largo del partido.
También aprovechamos el penal que le cobran a Lucas Morales y que nuestro querido Nacho Risso cambió, como siempre, por gol. Dan tranquilidad las ejecuciones de los penales y es importante saber que, cuando no tenemos a Nico, está Nacho.
Y después vino la magia. Los que pagaron la entrada al Cerro se llevaron dos regalos espectaculares. Es que aparecieron los pies de Giorgian con dos golazos para verlos uno y otra vez. Las piernas del Cocho se mueven a una velocidad que da gusto.
Lo más grandioso de su juego es que lo hace parecer fácil, como si cualquiera fuese capaz de manejar con tal naturalidad la pelota. Con los pies en el barro y la humildad de los grandes, puso el grito en el cielo.
Lo mejor del partido es que seguimos demostrando que no importa si hay que jugar en una cancha hecha un pantano, el verdadero campeón gana en todas.
La viola se posiciona en el octavo puesto de la tabla, dándonos un respiro en la fatídica. Y ahora puede pelear arriba también, ya que quedamos a seis puntos del Racing que se lleva la punta.
Todavía nos queda jugar con varios de los que están arriba, ¡vamos que todavía falta! A seguir por este camino.
Los once violetas no parecieron tener demasiados problemas con el tema y como buenos guerreros salieron a dar pelea.
De arranque, nos pusimos en ventaja por la plancha que recibió Arambarri, que hizo que Cerro se quedara con uno menos a los cinco minutos del primer tiempo. Ventaja que por suerte supimos aprovechar a lo largo del partido.
También aprovechamos el penal que le cobran a Lucas Morales y que nuestro querido Nacho Risso cambió, como siempre, por gol. Dan tranquilidad las ejecuciones de los penales y es importante saber que, cuando no tenemos a Nico, está Nacho.
Y después vino la magia. Los que pagaron la entrada al Cerro se llevaron dos regalos espectaculares. Es que aparecieron los pies de Giorgian con dos golazos para verlos uno y otra vez. Las piernas del Cocho se mueven a una velocidad que da gusto.
Lo más grandioso de su juego es que lo hace parecer fácil, como si cualquiera fuese capaz de manejar con tal naturalidad la pelota. Con los pies en el barro y la humildad de los grandes, puso el grito en el cielo.
Lo mejor del partido es que seguimos demostrando que no importa si hay que jugar en una cancha hecha un pantano, el verdadero campeón gana en todas.
La viola se posiciona en el octavo puesto de la tabla, dándonos un respiro en la fatídica. Y ahora puede pelear arriba también, ya que quedamos a seis puntos del Racing que se lleva la punta.
Todavía nos queda jugar con varios de los que están arriba, ¡vamos que todavía falta! A seguir por este camino.