Florecerás en cada primavera
Peñarol se acordó de jugar y celebró una semana de ensueño.
La semana pasada reconocíamos que las chances del aurinegro en Cali dependían de anotar un gol en los primeros minutos y luego jugar a defender, y debo decir que me equivoqué. El equipo de Fossati hizo mucho más que eso: salió a jugar de igual a igual y se defendió con la pelota, o así lo hizo hasta los últimos quince minutos.
En Cali se jugó un partido muy sobrio y con altísimos rendimientos individuales como es el caso de Migliore, Valdez, Zalayeta y, ¿por qué no?, Orteman, quien aportó precisión y experiencia al ingresar. Pero la clave de la victoria estuvo en la guapeza y en las ganas que tenían los jugadores de hacerse con el partido.
El 1 - 0 en Colombia renovó el vigor de un equipo que parecía dormido en el campeonato local. Ese ímpetu que trajo el equipo desde el país cafetero contribuyó enormemente en la victoria del domingo por la tarde.
El equipo se sobrepuso a River, a la lluvia y al cansancio acumulado de un viaje de miles de kilómetros entre semana. Contó nuevamente con un Zalayeta en llamas, un Orteman que -donde mejore un poco su forma física- puede llegar a mantenerse como titular, y tuvo esta vez a Jonathan Rodríguez en un buen nivel y anotando un doblete.
Hubo un cambio significativo de un tiempo al otro que fue determinante para hacerse con el triunfo. Peñarol comenzó de la peor manera, recibiendo un gol a los 8 minutos, pero su rendimiento fue en franco ascenso a lo largo del partido teniendo en cuenta el desgaste físico de ambos planteles por la actividad entre semana.
A los 15' consiguió el empate por intermedio de Jonathan Rodríguez y así pasó el primer tiempo: con mucha polémica y muy poco fútbol.
La segunda mitad fue algo así como un matar a morir, un 10 contra 10 abajo de la lluvia y una tribuna Ámsterdam que cumplía un rol categórico en favor del decano. Y así floreció el aurinegro para dar vuelta el resultado con una anotación de penal de Sergio Orteman y una exquisitez de gol regalada por "Cabecita" Rodríguez sobre el final del partido.
De esa forma vivió el histórico Peñarol su cumpleaños 123, luego de una semana que lo vio florecer de la manera que le gusta florecer a este cuadro: en las difíciles, las improbables y hasta las imposibles.
Es cierto que podemos jugar muchísimo mejor, y que con el nivel de este plantel deberíamos estar primeros, pero ya habrá tiempo de ponerse a tiro en el Apertura. Semanas como esta son las que nos llenan el pecho de orgullo por haber elegido esta laureada institución. ¡Salud y feliz cumpleaños a todo el pueblo carbonero!
En Cali se jugó un partido muy sobrio y con altísimos rendimientos individuales como es el caso de Migliore, Valdez, Zalayeta y, ¿por qué no?, Orteman, quien aportó precisión y experiencia al ingresar. Pero la clave de la victoria estuvo en la guapeza y en las ganas que tenían los jugadores de hacerse con el partido.
El 1 - 0 en Colombia renovó el vigor de un equipo que parecía dormido en el campeonato local. Ese ímpetu que trajo el equipo desde el país cafetero contribuyó enormemente en la victoria del domingo por la tarde.
El equipo se sobrepuso a River, a la lluvia y al cansancio acumulado de un viaje de miles de kilómetros entre semana. Contó nuevamente con un Zalayeta en llamas, un Orteman que -donde mejore un poco su forma física- puede llegar a mantenerse como titular, y tuvo esta vez a Jonathan Rodríguez en un buen nivel y anotando un doblete.
Hubo un cambio significativo de un tiempo al otro que fue determinante para hacerse con el triunfo. Peñarol comenzó de la peor manera, recibiendo un gol a los 8 minutos, pero su rendimiento fue en franco ascenso a lo largo del partido teniendo en cuenta el desgaste físico de ambos planteles por la actividad entre semana.
A los 15' consiguió el empate por intermedio de Jonathan Rodríguez y así pasó el primer tiempo: con mucha polémica y muy poco fútbol.
La segunda mitad fue algo así como un matar a morir, un 10 contra 10 abajo de la lluvia y una tribuna Ámsterdam que cumplía un rol categórico en favor del decano. Y así floreció el aurinegro para dar vuelta el resultado con una anotación de penal de Sergio Orteman y una exquisitez de gol regalada por "Cabecita" Rodríguez sobre el final del partido.
De esa forma vivió el histórico Peñarol su cumpleaños 123, luego de una semana que lo vio florecer de la manera que le gusta florecer a este cuadro: en las difíciles, las improbables y hasta las imposibles.
Es cierto que podemos jugar muchísimo mejor, y que con el nivel de este plantel deberíamos estar primeros, pero ya habrá tiempo de ponerse a tiro en el Apertura. Semanas como esta son las que nos llenan el pecho de orgullo por haber elegido esta laureada institución. ¡Salud y feliz cumpleaños a todo el pueblo carbonero!