Muchos de nosotros emprendimos viaje rumbo al este del país con la ilusión de que nuestro equipo mantuviera la punta del Apertura después de enfrentar a Atenas de San Carlos en el Campus de Maldonado.

A medida que la tarde le iba ganando a la mañana ya se sentía la presencia de Racing en Maldonado, y hasta en un famoso restaurante en el que hicimos una parada pude ver varios hinchas más. Todos con el mismo objetivo, (en ese momento almorzar, pero más tarde) apoyar a la Academia.

Buen caudal de público racinguista en la tribuna visitante del Domingo Burgueño, que nos hizo sentir locales de nuevo, ya que superamos ampliamente al público local.

El primer tiempo (más que nada los primeros 30 minutos) los de Larriera jugaron como nos tienen acostumbrados: tenencia de pelota, presión eficiente, volumen de juego y jugadas de gol. Ya a los 20' se podía decir que no estábamos arriba en el marcador de mera casualidad. O mejor dicho, por virtudes del golero locatario.

A pesar de lo largo que estaba el pasto, tuvo su chance Tabó, la tuvo Juan Pablo después de un buen remate de afuera del área, y hasta Malrechauffe en el rebote. El golero parecía implacable hasta que vino un córner al segundo palo que Zabala, más vivo que todos, conectó para poner el más que justificado 1 - 0.

Los carolinos se dedicaban a correr, cortar el juego, y tirar pelotazos cruzados. Nos hizo acordar un poco a Racing cuando lo dirigía, justamente, Edgardo Arias.

Racing se quedó un poco en los últimos minutos de la primera etapa, pero dominó el partido hasta que llegó el descanso.

Para la segunda mitad el panorama fue distinto. Racing no encontraba los mismos circuitos que al principio y el match se hizo muy disputado en la mitad de la cancha. En este contexto, en una jugada rápida que nos agarro mal parados, un delantero rival entró al área de Loco Contreras con pelota dominada, Rodrigo se la quitó lícitamente yendo bien al suelo, y el juez cobró penal.

Un invento. Poco le importó esto a Atenas, que festejó el empate que tanto había cuidado cuando el partido aún iba 0 - 0.

El partido se puso muy complicado para el cervecero, que estaba un poco perdido en el partido y hasta pudo sufrir otro gol. Los minutos iban pasando y no podíamos imponer el mismo dominio que en la primera mitad, hasta que el juez vio un agarrón a Fernández en el área rival y sancionó penal. Si bien existió, digamos que fue tanto o más penal como aquel que había cobrado en favor del local.

Torito Fernández lo transformó en gol, y volvimos a adueñarnos del cotejo. Los azules, que habían sufrido una expulsión poco después de igualar el marcador, se quedaron con 9, por una dura patada producto de una llegada a destiempo a una pelota dividida.

Llamativamente, aún con estas ventajas no fue hasta los 90', cuando Tabó fue derribado en el área en un claro penal, que pudimos cerrar definitivamente el partido.

Incuestionablemente no fue nuestro mejor partido, pero volvimos a ganar en calidad de visitantes y el sueño sigue intacto. Para lamentar queda la lesión del goleador Agustín Gutiérrez, que en los cinco minutos que estuvo en cancha estrelló una pelota en el vertical, se fracturó el quinto metatarsiano y estará fuera de las canchas por dos meses.

Su dolor fue el de todos nosotros cuando vimos que no podía ni caminar con normalidad. Lo positivo fue volver a ver en acción a Dany Acosta, quien de ahora en más seguramente tenga más minutos.

Lo concreto es que jugadas tres fechas del campeonato, tenemos puntaje perfecto y nuestro primer obstáculo para mantener ese hito será Juventud de Las Piedras, cuando los recibamos en el Coloso de Sayago este domingo de mañana.

Ahí estaremos, junto a una gran cantidad de público. ¡Vamos Racing!