La orquesta desafinó
Alfredo ya demostró varias veces que con este equipo no es tan difícil volver a afinar y así volver a la senda del triunfo.
Como en Florida y otras tantas canchas de visitantes, el bohemio vuelve a demostrar que la hinchada es fiel y acompaña a todos lados. Siempre con el color de “Los Vagabundos”, volvimos a copar, esta vez el Campus de Maldonado.
Tarde ideal en el este, el bohemio con viento en la camiseta, viniendo de golear a Danubio, contra un Atenas que había perdido sus primeras tres presentaciones y a priori no era un rival muy complicado.
Lamentablemente se dio lo que menos se pensaba. El equipo no se encontró en cancha y, aunque intentó jugar como lo hace siempre, sus principales figuras como Nico Albarracín y Diego Riolfo no tuvieron su mejor tarde y eso incidió en que el equipo no sea tan vertical como lo venía siendo en partidos anteriores.
Suena a excusa, pero el campo de juego condicionó y mucho el juego de Wanderers. El local dejó el pasto muy largo, siendo imposible plasmar el juego por abajo con pases cortos. La pelota no rodaba con facilidad y así el partido se hizo lento, favoreciendo al conjunto de Atenas de San Carlos.
El hincha se fue de Maldonado cabizbajo, tratando de encontrar respuestas a un flojo encuentro en lo colectivo, pero con mucha fe en estos pibes que en los momentos difíciles supieron responder.
¿Lo peor? Las expulsiones de Leandro Paiva y Gastón Rodríguez. La baja de “Paivita” va a ser la que el bohemio va a sentir más, ya que en estos cuatro partidos había sido fundamental para el andamiaje del fútbol que plasma Alfredo Arias.
La orquesta desafinó, pero Alfredo ya demostró varias veces que con este equipo no es tan difícil volver a afinar y así volver a la senda del triunfo.
Como dice nuestro gran capitán Maxi Olivera: “Caer está permitido, levantarse es una obligación”. El fútbol siempre da revancha y se nos viene Racing. No hay mejor manera de levantarse que contra el equipo sensación del campeonato.
Tarde ideal en el este, el bohemio con viento en la camiseta, viniendo de golear a Danubio, contra un Atenas que había perdido sus primeras tres presentaciones y a priori no era un rival muy complicado.
Lamentablemente se dio lo que menos se pensaba. El equipo no se encontró en cancha y, aunque intentó jugar como lo hace siempre, sus principales figuras como Nico Albarracín y Diego Riolfo no tuvieron su mejor tarde y eso incidió en que el equipo no sea tan vertical como lo venía siendo en partidos anteriores.
Suena a excusa, pero el campo de juego condicionó y mucho el juego de Wanderers. El local dejó el pasto muy largo, siendo imposible plasmar el juego por abajo con pases cortos. La pelota no rodaba con facilidad y así el partido se hizo lento, favoreciendo al conjunto de Atenas de San Carlos.
El hincha se fue de Maldonado cabizbajo, tratando de encontrar respuestas a un flojo encuentro en lo colectivo, pero con mucha fe en estos pibes que en los momentos difíciles supieron responder.
¿Lo peor? Las expulsiones de Leandro Paiva y Gastón Rodríguez. La baja de “Paivita” va a ser la que el bohemio va a sentir más, ya que en estos cuatro partidos había sido fundamental para el andamiaje del fútbol que plasma Alfredo Arias.
La orquesta desafinó, pero Alfredo ya demostró varias veces que con este equipo no es tan difícil volver a afinar y así volver a la senda del triunfo.
Como dice nuestro gran capitán Maxi Olivera: “Caer está permitido, levantarse es una obligación”. El fútbol siempre da revancha y se nos viene Racing. No hay mejor manera de levantarse que contra el equipo sensación del campeonato.