Loco de vos

Nos mantenemos en la cima del Apertura después de haber cosechado una nueva victoria agónica, esta vez ante Tacuarembó.

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El puntero del campeonato recibía al rojo del norte con la expectativa (que a la postre se iba a cumplir) de asegurarse esa condición en solitario.

Al inicio de la jornada se realizó un homenaje al interminable Jorge "Loco" Contreras, quien a sus 43 años es sin dudas un baluarte de nuestra institución. Y ha sido un referente desde que se incorporó al club, cuando disputábamos todavía la Segunda División. Sin dudas es un honor compartir el mismo día de cumpleaños con él.

Por segunda vez en el campeonato, el puntero gozó de un Parque Osvaldo Roberto completo. Sin ser por la ausencia de Nicolini, que se había sentido en el partido ante Wanderers, se repitió el equipo del fin de semana pasado. Sentimos la falta de Nacho en la mitad de la cancha hasta que ingresó en el segundo tiempo.

El primer tiempo fue de dominio del equipo que va primero desde que comenzó el torneo, aunque sin demasiada profundidad. La idea sigue estando clarísima, y el camino fue siempre intentar por abajo y por afuera, pero no acertamos el último pase. El mas peligroso fue Juan Pablo, que cada día juega un poco mejor.

La visita estaba muy dedicada a defender, y no solo que lo hizo muy bien, si no que terminó llegando al área del cumpleañero Contreras con cierto peligro un par de ocasiones.

Ya en la segunda mitad ingresaron Nicolini, Fernández y Dany, para ir en busca de la quinta victoria del campeonato. El trámite se volcó aún más a favor de la Academia, que cada vez fue metiendo a Tacuarembó más atrás, pero no siempre generó peligro real.

No fue ni la peor, ni la mejor tarde de los de Larriera, sino que el técnico rival había estudiado claramente las virtudes del puntero y dedicado todos sus esfuerzos a no dejar que las explotara. Hecho que se vio evidenciado -por ejemplo- en el escalonamiento a Tabó, que si bien siempre es peligroso, no lo fue tanto como en otros encuentros.

Racing había intentado por todos los medios posibles abrir el cerrojo de la defensa rival y no había podido, hasta que, pasada la hora, Juan Pablo ejecutó nuevamente un tiro libre de manera magistral, la pelota encontró un rebote y se le metió al -hacedor de tiempo- golero rival.

Déjenme contarme a los que no pudieron ir (y revivir con los que fueron) lo que fue el estruendo del grito de gol. Pocas veces escuché un sonido a ese volumen. Una explosión total. Dentro de ese delirio, Juan Pablo se dio vuelta a gritar el gol con la eufórica tribuna. Lo grito con todo lo que tenía. Como un enfermo. Como nosotros.

Bueno, ¿qué les voy a explicar?, si ya lo vieron colgado del tejido desaforado. Junto con él hicieron lo propio varios de los jugadores. Qué lindo verse tan representado dentro de la cancha. Por un estilo de juego que nos identifica, y por jugadores y cuerpo técnico que sienten la camiseta de esa manera.

Defenderemos el sueño intacto de seguir arriba frente a Rampla Juniors en el Olímpico este fin de semana y volveremos a copar el espacio que nos den. 

Hasta ese entonces será, Racing y nadie más.