Tranquilo' nosotros
Tenemos una semana para trabajar tranquilos, recuperar jugadores y prepararnos de la mejor manera.
Pasaron cinco fechas para que nuestro equipo pueda hacerse de un triunfo en su vuelta a Primera División. Parecía lejano aquel último triunfo en la máxima categoría, 3 - 0 frente a Rentistas de visita, aquel día en que me tuve que ir corriendo para el casamiento de Jorge (sepa usted, querido lector, disculpar la digresión personal).
Lo cierto es que en una fría tarde de sábado, dejando de lado toda oferta deportiva ofrecida por la televisión cable, me apersoné junto a otros tantos fieles hinchas picapiedras al estadio más lindo del mundo. El Olímpico.
Cambio de sistema mediante, Saralegui puso en cancha un equipo diferente. Por primera vez en el campeonato jugamos sin enganches, pasando a una formación 4-4-2. Doble cinco, dos volantes por afuera y un fútbol mucho más vertical fue la propuesta, y así se plasmó en cancha.
Rampla ganó justamente, en términos generales fue superior al rival durante la mayor parte del partido. De todas maneras supo pasar zozobras, sobre todo con el ingreso de Michel Acosta, que se encargó de manejar la pelota de buena manera, sobre todo en el primer tiempo.
Yo no sé cómo juega los otros partidos este muchacho, pero contra Rampla siempre la rompe. Si me guio por eso realmente creo Tabárez debería considerarlo (capaz me extralimité, mal yo).
El fútbol que propuso Rampla fue muy vertical, apoyado en la mayor presencia en mitad de cancha, el dios Eolo y la velocidad de los puntas (Dzeruvs y D’Albenás). Esto hacía pensar que cualquier envío largo podía generar peligro.
Pese a que el primer gol vino de pelota quieta, los demás tantos y algunas otras chances vinieron de salidas rápidas de nuestro equipo, que quitaba en mitad de cancha y lanzaba muy bien a los delanteros.
La línea final estuvo muchísimo más compacta y aplicada en la marca. Esto le permitió no exponerse tanto a situaciones donde quedaban mano a mano y con espacios ante los delanteros rivales.
En mitad de cancha hubo un rendimiento parejo de todos quienes la integraron. Se destacó el ida y vuelta de Aprile, los quites de Barreto (en el primer tiempo), el trajín de Román, y la entrega de Anchén y Galo (en la segunda mitad).
Los puntas estuvieron intratables. Dzeruvs demostró por qué no debió haber salido del equipo inicial, y pese a que nuevamente erró un gol como en Florida (no se le está dando lo de eludir al golero de turno), estuvo incontrolable para la defensa visitante. Además de todo, fue muy solidario en la marca con sus compañeros, como nos tiene acostumbrados.
D’Albenás asumió de gran manera el rol de nueve. Fue al choque pero cuando tuvo que jugar jugó, picó y marcó.
En resumen, se trató de una muy interesante presentación picapiedra, se ganó un partido importantísimo y quizás (habrá que confirmar) se encontró una matriz de juego. Me alegra ver que tenemos variantes arriba y en el mediocampo.
Nos espera Wanderers, un equipo que propone, al que sin dudas puede se le puede jugar con este nuevo esquema, bien parado, achicando líneas y saliendo rápido, buscando la velocidad de los puntas.
Tenemos una semana para trabajar tranquilos, recuperar jugadores y prepararnos de la mejor manera.
Más que nunca: ¡Tranquilo’ nosotros! ¡Fuerza Rampla, a seguir metiendo!