Ahí, en la lucha
Volvimos al triunfo y al buen juego (por lo menos por momentos), al derrotar a la IASA en el coloso de Sayago.
Nos reencontramos con nuestro plantel y cuerpo técnico en la cancha más linda de todas este domingo de mañana. Volvió a ser titular Rodrigo Brasesco, que viene levantando un poco su nivel y tambien Carlos Diaz.
Es posible que Carlitos nos dé otro manejo de la pelota en la mitad de la cancha, y ayude en ese rubro a Nicolini. Pero me parece que a pesar de la actitud que pone cada vez que le toca jugar, no está físicamente apto para jugar de titular ya que quedan espacios a la hora de defender. De cualquier de manera, jugó todo el partido entero y no lo hizo mal.
Sud América, a diferencia de todos los rivales que habíamos encontrado hasta ahora, no se resignó a defender y planteó un partido inteligente y por demás parejo. De hecho, nos convirtieron en los primeros minutos por tercera vez consecutiva.
Hubo varios rebotes antes del remate que encontró una respuesta floja del Loco y se metió en el arco, es cierto, pero habiamos vuelto a quedar mal parados ante un ataque rival.
La Academia no desesperó, y fue en busca del empate con la idea de siempre. No mucho después de la apertura del tanteador, Tabó (el mejor del partido) fue golpeado en el área y Ubríaco, de extraño arbitraje, sancionó penal. Torito Fernández fue el encargado de cambiarlo por gol.
El partido siguió parejo, pero Racing crecía en el trámite y en una jugada por derecha, un centro rastrero de Cristian encontró a Fernández para ponernos en ventaja. Los minutos que siguieron al gol fueron quizás los mejores de Racing.
Dominio pronunciado del terreno y de la pelota, buenas jugadas y chances de gol. Todo transcurría con tranquilidad hasta que Gabriel fue a buscar una pelota aérea cerca de la mitad de la cancha, y recibió la tarjeta roja por un presunto golpe evidenciado por el juez.
Los de Larriera tuvieron una gran virtud de cara al segundo tiempo, que fue adaptarse al partido tal y cómo estaba presentado. Tabó fue de delantero y los volvió locos con su velocidad y logramos alcanzar por unos momentos solidez defensiva y sacar buenos contragolpes. Cada vez que los centros de un visitante con pocas ideas caían en las manos del Loco, este salía por abajo gestando contras peligrosas que no pudimos concretar.
No habia pasado mucho tiempo cuando nuestro a nuestro número 9 le asestaron una patada criminal que retumbó en la tribuna. Extrañamente, para el encargado de impartir justicia no ameritó la tarjeta roja. De esa falta desde la derecha (el as bajo la manga de Racing) vino el centro del capitán que encontró una vez más la cabeza de Damián para poner dos goles de ventaja.
Poco después, Tabó recogió un pase largo y se le escapó al golero, pero antes de poder convertir fue derribado, dejando (ahora sí) al rival con 10. El trámite era más que favorable y parecía que íbamos a tener una mañana tranquila.
Eso fue hasta que Argachá encontró el gol del descuento faltando todavía 10 minutos para el pitido final. Más allá de la inexorable ley del ex, para que el limitado latreral izquiero nos haga esa maniobra dentro del área tiene que haber algún desajuste defensivo.
Lo concreto es que no le quedaba mayor resto a la visita y abrochamos una nueva victoria sin inconvenientes. Seguimos ahí, en la lucha, segundos solos y fuertes, esperando un traspié del puntero. No perdamos de vista que en cualquiera de los últimos campeonatos, con este puntaje iríamos punteros, solo que nos encontramos con un Nacional sumamente efectivo.
Pero esto no terminó y la aventura continúa. El fin de semana nos encontraremos con un Rentistas que pasa un mal momento en el Complejo. Ahí estaremos nuevamente. Vamos que vamos.