Camino equivocado
En mayor o menor medida estamos transitando un camino equivocado. Y cuando escribo estamos, me refiero a todos.
Tras dos fines de semana con derrota incluida y rendimientos muy desparejos, nuestro equipo se encuentra en una situación que ninguno de sus hinchas esperaba tras la brillante consagración del campeonato de Segunda División en la temporada pasada.
El partido con Racing, cual si fuese una premonición de lo expuesto en la anterior columna, se decidió gracias a un toque de suerte. ¡Y la suerte es así! No hay otra…
El sorprendente puntero del Apertura ganó bien, pero bien podría haber sido para cualquiera de los dos. Tacuarembó dominó en grandes pasajes del partido, no pudiendo concretar. Si sumamos como se dio el gol final, no podemos pensar en otra causa que la casuística para intentar entender dicho resultado.
Con Defensor se cayó todo, y si bien son un equipo con un gran director técnico, con un De Arrascaeta (a mi entender, el mejor jugador del fútbol uruguayo) formidable y una distinción de ser el cuarto mejor equipo de América, no tuvimos ni siquiera la rebeldía de intentar faltarles el respeto.
No digo que fue una similar situación a la que se vivió con Peñarol, pero algo de eso hubo, por lo que me lleva a cuestionar que en mayor o menor medida estamos transitando un camino equivocado. Y cuando escribo estamos, me refiero a todos los ámbitos, a todos los actores que juegan un papel importante en nuestro club.
Los jugadores: Falta entrenamiento y ritmo en varios, la inclusión de juveniles y de jugadores nuevos que vienen de la selección ayuda, pero aún falta. Para claro ejemplo, contra Racing hubo unos 5 o 6 desbordes notables, pero ninguno terminó en un centro bien ejecutado. Aldo siempre es una referencia peligrosa. ¿Se imaginan? Si los 6 hubiesen sido buenos centros, ¡seguro un gol nos podíamos asegurar!
El entrenador: Entiendo lo que debe estar pasando Moncecchi en este momento. A mi entender Tacuarembó tiene buen juego colectivo cuando se lo propone, por lo que la parte más difícil está más que aprobada. Un poco más enfoque en la culminación de las jugadas, un juego ofensivo y seguro vamos a andar bien.
Los dirigentes: Luego del fantástico esfuerzo económico realizado para poder mantener el club a flote no se les puede reclamar mucho, error sería soltarle la mano al entrenador actual en este preciso momento.
El periodismo: Quizás quienes transiten el camino más equivocado sean la prensa afín a nuestra institución. Es hora de sacarse el traje de pobres victimas desfavorecidos desde lo económico. Asiduamente concurro a varias canchas del fútbol uruguayo y, la verdad, hay varias instituciones que están mucho peor que nosotros.
Si nos quedamos en la justificación de que "tenemos poco y por eso no rendimos" y en el "los muchachos pusieron todo", cuando muchas veces no es así, no vamos a avanzar jamás. Es como que a tu perro lo mandes a hacer las necesidades afuera, y que cuando las haga adentro en vez de retarlo lo aplaudas y lo abraces porque "al menos se esforzó", y que cada vez que repita vuelva a pasar lo mismo.
En un momento hay que hacernos sentir y expresar que no se juega bien, y que hay que poner más de aquello para ganar los partidos.
La hinchada: Lo más destacable, bajo lluvia y tormenta seguimos llenando las canchas. Es un motivo de orgullo.
La próxima fecha jugamos contra Sud América, un partido vital para nuestras aspiraciones. Esperemos poder reencontrarnos con la victoria.
El partido con Racing, cual si fuese una premonición de lo expuesto en la anterior columna, se decidió gracias a un toque de suerte. ¡Y la suerte es así! No hay otra…
El sorprendente puntero del Apertura ganó bien, pero bien podría haber sido para cualquiera de los dos. Tacuarembó dominó en grandes pasajes del partido, no pudiendo concretar. Si sumamos como se dio el gol final, no podemos pensar en otra causa que la casuística para intentar entender dicho resultado.
Con Defensor se cayó todo, y si bien son un equipo con un gran director técnico, con un De Arrascaeta (a mi entender, el mejor jugador del fútbol uruguayo) formidable y una distinción de ser el cuarto mejor equipo de América, no tuvimos ni siquiera la rebeldía de intentar faltarles el respeto.
No digo que fue una similar situación a la que se vivió con Peñarol, pero algo de eso hubo, por lo que me lleva a cuestionar que en mayor o menor medida estamos transitando un camino equivocado. Y cuando escribo estamos, me refiero a todos los ámbitos, a todos los actores que juegan un papel importante en nuestro club.
Los jugadores: Falta entrenamiento y ritmo en varios, la inclusión de juveniles y de jugadores nuevos que vienen de la selección ayuda, pero aún falta. Para claro ejemplo, contra Racing hubo unos 5 o 6 desbordes notables, pero ninguno terminó en un centro bien ejecutado. Aldo siempre es una referencia peligrosa. ¿Se imaginan? Si los 6 hubiesen sido buenos centros, ¡seguro un gol nos podíamos asegurar!
El entrenador: Entiendo lo que debe estar pasando Moncecchi en este momento. A mi entender Tacuarembó tiene buen juego colectivo cuando se lo propone, por lo que la parte más difícil está más que aprobada. Un poco más enfoque en la culminación de las jugadas, un juego ofensivo y seguro vamos a andar bien.
Los dirigentes: Luego del fantástico esfuerzo económico realizado para poder mantener el club a flote no se les puede reclamar mucho, error sería soltarle la mano al entrenador actual en este preciso momento.
El periodismo: Quizás quienes transiten el camino más equivocado sean la prensa afín a nuestra institución. Es hora de sacarse el traje de pobres victimas desfavorecidos desde lo económico. Asiduamente concurro a varias canchas del fútbol uruguayo y, la verdad, hay varias instituciones que están mucho peor que nosotros.
Si nos quedamos en la justificación de que "tenemos poco y por eso no rendimos" y en el "los muchachos pusieron todo", cuando muchas veces no es así, no vamos a avanzar jamás. Es como que a tu perro lo mandes a hacer las necesidades afuera, y que cuando las haga adentro en vez de retarlo lo aplaudas y lo abraces porque "al menos se esforzó", y que cada vez que repita vuelva a pasar lo mismo.
En un momento hay que hacernos sentir y expresar que no se juega bien, y que hay que poner más de aquello para ganar los partidos.
La hinchada: Lo más destacable, bajo lluvia y tormenta seguimos llenando las canchas. Es un motivo de orgullo.
La próxima fecha jugamos contra Sud América, un partido vital para nuestras aspiraciones. Esperemos poder reencontrarnos con la victoria.