Pelotazo, foul y errores

En base a esas tres cosas nos vapuleó Defensor en nuestra gloriosa cancha este domingo a la tarde.

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Antes de empezar a analizar lo poco que se puede analizar, debo decir que habrá que borrar (aunque resulte imposible) rápidamente de nuestra memoria la tarde del domingo y empezar a pensar en el partido que viene.

Tampoco quiero dejar afuera la fiesta que fue (hasta que empezaron a caer los goles, aunque después también) el Parque Osvaldo Roberto. Llegué unos minutos tarde y tuve que estacionar lejísimo, y cuando entré, no había ni asientos libres. Tremendo lo de la hinchada.

También quiero felicitar a todos los que esperaban con ansias que Racing perdiera. En la tarde del domingo, los envidiosos imberbes del fútbol (algunos de ellos mal llamados periodistas) tuvieron también su tarde. Aunque no me quiero quedar sin decirles, que no nos caímos de ningún lado, sufrimos una derrota nomás.

Con respecto al partido en cuestión hay poco que decir. Podemos encontrar consuelo con el hecho de que un equipo laureado como Defensor, que viene de ser semifinalista de un torneo internacional, fue a nuestra cancha con una línea de 5 en el fondo, que por momentos fue de 6. No podemos encontrar consuelo en que les haya salido tan bien.

Encontraron un gol rápido y se metieron abajo del arco. Cada vez que podían reventaban la pelota con la esperanza de que la encontrara Risso, Luna o De Arrascaeta y que hicieran lo que pudieran. Nosotros, ansiosos por el empate, intentábamos con nuestro estilo llegar al gol. No era nuestro mejor partido, ni mucho menos el peor.

Estando todavía 0 - 1, Tabó se combinó bien con Zabala y el primero recibió una clara falta, que debió ser sancionada como el penal enorme que fue. A juzgar por el desempeño de la terna arbitral, en esa jugada y en el resto del partido (mientras fue necesario) ya estábamos molestando tan arriba en la tabla y había que tomar medidas.

Basta con decir que en un momento del partido, ellos habían hecho más del doble de faltas que nosotros, casi todas intencionales, y tenían menos de la mitad de tarjetas. De cualquier manera, no hay que buscar en los jueces los grandes culpables de la goleada sufrida.

D
efensor, que había resignado de cruzar la mitad de la cancha, de no ser por alguna pelota quieta desde cerca del círculo central, encontró en una interesante jugada el 2 - 0. Nada que ver con el partido, pero esto es así.

Racing siguió empujando, siempre a base de fútbol, y tuvo su premio sobre la hora cuando un córner que ejecuto con maestría el capitán, terminó encontrando la red. Cuando se terminó la primera mitad, nos quedó la sensación de que nos hubiera gustado que durara unos minutos más, porque el empate estaba ahí.


El segundo tiempo fue, sin lugar a dudas, el peor que le hemos visto a Racing desde que asumió Mauricio. Lo más triste quizás sea que pudimos haber empatado. Salimos a jugar con mucho ímpetu, aunque no tanto fútbol.

Así y todo, después de una pelota que Gabriel Fernández le baja a Zabala, estuvimos tan cerca como se puede estar del empate sin alcanzarlo. Increíble tapada de Campaña. Poco después se emparejó el partido, pero nada auguraba la goleada que terminó propinándonos la visita.

U
n tiro libre casi frontal y cercano a la mitad del campo, encontró una distracción increíble de la defensa y una salida poco feliz del Loco. Por si eso fuera poco, un rebote rarísimo en un jugador académico (yo estaba lejos) termino siendo el responsable del tercer gol.

Intentamos reponernos a este fuerte golpe, pero fue imposible. A los pocos minutos otro error de nuestro arquero (a quien siempre banqué y lo sigo haciendo) nos costó el cuarto gol, lo que resultó en que el partido se desvirtuara completamente. Defensor sacó la pizarra y hubo varios minutos durante los cuales no vimos la pelota, y nos desorganizamos tanto, que recibimos dos goles más.


Cuando nos tranquilizamos, intentamos jugar al fútbol y hasta generamos un par de chances, pero Campaña no nos dejó ni descontar el abultadísimo marcador. Finalmente terminó la pesadilla, y con el aliento incesante de la banda una vez más a pesar del resultado, el juez dio por terminado el partido.

Veo que muchos se han pronunciado con frases como "en las malas mucho más" y cosas por el estilo. Por supuesto que es así. Pero lejos de estar en las malas, seguimos peleando el campeonato y el fútbol nos dará revancha el fin de semana. En un partido que, de ganarlo, nos depositará en la primera posición en solitario nuevamente.

Se fue el invicto, es cierto, y con él la punta, pero nada más. Acá no pasó nada. Ahora nos toca copar el lugar mas recóndito e inhóspito de todo el futbol uruguayo: la tribuna visitante del Parque Central. Ahí estaremos.

La aventura sigue. ¡Racing Racing!