Salió el sol
Salimos todos contentos del Tróccoli en esa tarde primaveral. Se escuchaban fuertes risas, bombos y cánticos.
Sábado de tarde, con un sol radiante y un lindo clima me fui rumbo al Tróccoli con los amigos Suárez para presenciar el difícil partido que teníamos ante el ultimo campeón uruguayo.
Con una vez más la fe renovada y la Chile, que agitaba cada vez más fuerte alentando al equipo de una manera inigualable. El equipo se estaba contagiando y estaba dejando mucho más que todo en la cancha.
Con un gran trabajo del pibe debutante Nico Techera, sumándole el aporte de los experientes y el luchador incansable de la villa, Hugo Silveira, nos quedamos con unos tres puntos de oro para ambas tablas.
Por suerte el de arriba se acordó del Jota Curbelo y lo iluminó para ganarse ese gol y así aflojar con las críticas mal llevadas que recibía. Después de haber rechazado una oferta superior a lo que le ofrecemos para quedarse con nosotros. ¿Si eso no es compromiso con la causa, qué es?
Y bueno, después el gol más que merecido de Hugo que fue la figura de la cancha junto a Nico Techera.
Salimos todos contentos del Tróccoli en esa tarde primaveral. Se escuchaban fuertes risas, bombos, cánticos, etc. ¿Saben por qué? Porque ganamos y somos los dueños de la villa, pese a quien le pese.
¡Cerro Cerro!
Le quiero dedicar esta columna a un nuevo villerito que nació el día lunes. Mi sobrino, Manuel Valentino Sobrino, quien ya es socio del más grande gracias a la gestión de Nico Stepaniuk con un gran trabajo en la afiliación.
Manuel Valentino vino con triunfo y ojalá venga con el alma de jugador, al igual que su padre, Leonardo Sobrino, ex jugador e hincha de Cerro.
Con una vez más la fe renovada y la Chile, que agitaba cada vez más fuerte alentando al equipo de una manera inigualable. El equipo se estaba contagiando y estaba dejando mucho más que todo en la cancha.
Con un gran trabajo del pibe debutante Nico Techera, sumándole el aporte de los experientes y el luchador incansable de la villa, Hugo Silveira, nos quedamos con unos tres puntos de oro para ambas tablas.
Por suerte el de arriba se acordó del Jota Curbelo y lo iluminó para ganarse ese gol y así aflojar con las críticas mal llevadas que recibía. Después de haber rechazado una oferta superior a lo que le ofrecemos para quedarse con nosotros. ¿Si eso no es compromiso con la causa, qué es?
Y bueno, después el gol más que merecido de Hugo que fue la figura de la cancha junto a Nico Techera.
Salimos todos contentos del Tróccoli en esa tarde primaveral. Se escuchaban fuertes risas, bombos, cánticos, etc. ¿Saben por qué? Porque ganamos y somos los dueños de la villa, pese a quien le pese.
¡Cerro Cerro!
Le quiero dedicar esta columna a un nuevo villerito que nació el día lunes. Mi sobrino, Manuel Valentino Sobrino, quien ya es socio del más grande gracias a la gestión de Nico Stepaniuk con un gran trabajo en la afiliación.
Manuel Valentino vino con triunfo y ojalá venga con el alma de jugador, al igual que su padre, Leonardo Sobrino, ex jugador e hincha de Cerro.