Ustedes lo vieron

Si seguimos jugando así, con un poco más de acierto y un poco menos de distracción, estamos para mucho, mucho más.

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Sobre el partido, esta vez voy a citar al inolvidable narrador televisivo del fútbol alemán por Canal 5, con el que tuve la suerte de criarme desde mi precoz televidencia. Como decía Carlos Prieto: "Ustedes lo vieron".

Vieron el buen fútbol al que nos tiene acostumbrados esta versión de la IASA de Vivaldo. Vieron la buena técnica, las buenas intenciones, el entusiasmo y la convicción en cada pelota y un montón de virtudes que, claro está, chocaron con un buen rival (que atraviesa una buena racha).

También vieron -y si no, véanlo- el dudosísimo penal que sancionó Ubriaco (para muchos "el mejor", para otros el "menos malo", para varios un bluff) para empujar al rival, que estaba apabullado por un comienzo enloquecedor de los buzones.

Pero, ¿para qué les voy a contar más? Si "ustedes lo vieron". Perdimos (alguno teníamos que perder), esto es muy largo, hasta ahora estoy satisfecho (no conforme, porque el hincha nunca se va a conformar) con todo lo que dio este equipo y sigo disfrutándolo como loco.

Lo que sí está intacto es el respeto, el orgullo y la alegría que da ver a mis colores defendidos por este plantel de jugadores que entrega todo siempre, que no da pelota por perdida, que no da partido por entregado hasta que termine y que, cuando termine de ajustarse, va a dar que hablar.

Haber perdido el domingo no cambia ni media palabra cada comentario, cada elogio, cada sentimiento escrito en todas las anteriores columnas. Ahí están, para que las repasen, porque haber perdido como se perdió el domingo, no empaña nada de lo alcanzado hasta ahora. 

Ahora, vamos por El Tanque. Lo demás, es pasado y no vale dormirse en los laureles de las satisfacciones ni flagelarse por los puntos perdidos. Si seguimos jugando así, con un poco más de acierto y un poco menos de distracción, estamos para mucho, mucho más.

Mientras, seguimos mirando, con cierta tranquilidad que no es abandono, no con miedo sino con respeto, a la fatídica. Y ganarle a El Tanque es, nada más ni nada menos, que alcanzarlo en la tabla del descenso. A por ellos.