Ya hacía cuatro fechas que no conocíamos la victoria. Los fines de semana pasaban y nos íbamos con esa sensación extraña de que se jugaba bien pero no ganábamos. Y encima de todo, no era tan fácil llegar al gol, como lo era en el campeonato pasado.

Pero el día llegó. Y fue el domingo pasado frente a un duro Rentistas. Los hinchas nos fuimos felices de Belvedere.

El primer tiempo fue un poco impreciso, ya que lo que mejor sabemos -tener la pelota- no nos salía. Aun así, de una gran jugada de Diego Riolfo  -la figura del partido-  llegó un golazo para abrir el marcador. Se juntó con Gastón Rodríguez haciendo una jugada a pura pared -parecían albañiles en vez de jugadores de fútbol-, pisó el área, enganchó y golazo.

El primer tiempo terminó 1 - 1, ya que Rentistas nos empató de pelota parada, la que tanto nos está costando en este campeonato.

El segundo tiempo fue diferente. Recuperamos la memoria e intentamos tocar en la mitad de la cancha y profundizar aprovechando la velocidad que teníamos arriba. Alfredo ajustó el medio, poniendo a Nico Albarracín por Paiva y el bohemio empezó a dominar el partido.

Primero fue el turno de Nico Freitas, que en una jugada enredada en el área, puso el 2 - 1 de cabeza.

Luego con un jugador de más, ya que le expulsaron a un jugador de Rentistas, el bohemio atacó y atacó, creando situaciones muy claras pero sin concretar.

Cuando los nervios ya estaban atacando la paciencia, fue cuando llegó el tercero, está vez de Gastón Rodríguez, que dio tranquilidad y liquidó el encuentro.

De modo anecdótico, antes del pitazo final, Rentistas puso el 3 - 2 para el resultado global.

Lo importante era ganar. Más que una obligación, era una necesidad para volver a estar felices y encarar la recta final del campeonato. Pero no solo se ganó, sino que se hizo un gran primer tiempo y, a pesar de que tuvimos dos goles en contra, se hicieron tres goles que hoy en día nos está costando tanto.