CINCO

Estos tres puntos fundamentales e importantísimos contra El Tanque, son de todos. Pero en especial son del CINCO.

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Podés tener un gran arquero. Podés tener los puntas más endiablados. Podés tener el más lúcido cuerpo técnico, los directivos más serios y la hinchada más fiel. Podés tener flor de estadio, o no poder usar tu cancha de local. Podés tener las mejores intenciones de juego y proponerte siempre jugar "al fútbol". Podés tener un gran banco, las más promisorias inferiores.

"Podés saltar de un trampolín, batir un record en patín, podés hacer un gol, podés llevar tu luna al cielo… puedes ser un gran campeón, jugar en la selección y no tienes un poquito de amor para dar", como establece Charly García en la inolvidable Yendo de la cama al living.

Podés tener todo eso, pero si no tenés un CINCO (así, todo con mayúsculas), no te sirve de nada todo lo que tengas. Podés pelear algún partido y hasta te puede ir bien o más o menos, pero si no tenés un CINCO, no vale de nada el resto.

Nosotros, tenemos dos CINCO que se volvieron a juntar en el partido contra El Tanque. Pero esta vez el destaque es para el que volvió a la titularidad.

Siempre inteligente, siempre leyendo el partido con la mayor lucidez, siempre dispuesto a meter todo lo necesario y más -como su compañero Richard Pellejero y como nos lo supo mostrar en el ascenso el inolvidable Ángelo Paleso cuando su rodilla le permitió jugar-.

Siempre dispuesto a recordarle a la afición la importancia esencial de un CINCO. Salud y alegría por tu titularidad y tu enorme –como siempre- desempeño. Salud, Pechu (Fabián Yantorno).

Estos tres puntos fundamentales e importantísimos contra El Tanque, son de todos. Pero en especial son del CINCO.