La historia se repite otra vez...
Se jugó el clásico número 101 y es nuestro.
Seremos clásicos siempre, seremos rivales de por vida, pero la paternidad ya es indiscutida. La historia se repite otra vez. Aguada hace suyo un clásico más. En el juego y en la tribuna, quedó ampliamente demostrado, no hay comparación válida.
Un partido con un tercer cuarto que perdía la gracia del encuentro, por una diferencia extremadamente cómoda. Para el último tiempo, tras la salida por quinta falta de Osimani y Borsellino, se achicaron las distancias, pero Aguada supo mostrar su jerarquía. Un Pablo Morales goleador del partido con 25 puntos y Robert Hornsby con 21, que se despide ovacionado por toda la hinchada.
Se jugó el clásico número 101 y es nuestro; ya suman 53 sobre 48 ganados por ellos. Será que no nos ganan nunca más, habría que hacer buena memoria para recordar un resultado diferente. Una noche verdaderamente intensa para todos. Hubo color, hubo aliento sin descanso y hubo básquetbol del bueno.
Banderas rojiverdes en lo alto, la adrenalina y la alegría presente en más de la mitad, locales otra vez. A Aguada lo hace grande su gente, y como la brava muchachada no hay otra igual. Se cantó todo el partido y eso robó el protagonismo de un clásico que ya pierde sentido.
Se cierra así la primera etapa, para dar paso a la Súper Liga. Quedamos clasificados en cuarto lugar; a ellos ahora les tocará un desempate con Larre Borges para intentar lograr el octavo puesto en la tabla.
Pero la historia se repite otra vez, y no solo en los resultados. Otra vez violencia, otra vez personas lastimadas y otra vez el deporte se ve manchado por este tipo de conductas. Conductas que parecen olvidar lo vivido, lo sufrido y lo perdido. Otra vez, la policía tarde y desayunándose con un lío ya en pleno desenlace. Otra vez los medios desinformando sobre lo que verdaderamente estaba ocurriendo. Otra vez los problemas de siempre en nuestro básquetbol, en nuestro deporte. Soluciones, no se ven claras, pero evidentemente las cosas no se están haciendo del todo bien y es lamentable tener que seguir viviendo este tipo de situaciones.Habrá que repensar, repensar todos, para aspirar a un cambio verdadero.
Un partido con un tercer cuarto que perdía la gracia del encuentro, por una diferencia extremadamente cómoda. Para el último tiempo, tras la salida por quinta falta de Osimani y Borsellino, se achicaron las distancias, pero Aguada supo mostrar su jerarquía. Un Pablo Morales goleador del partido con 25 puntos y Robert Hornsby con 21, que se despide ovacionado por toda la hinchada.
Se jugó el clásico número 101 y es nuestro; ya suman 53 sobre 48 ganados por ellos. Será que no nos ganan nunca más, habría que hacer buena memoria para recordar un resultado diferente. Una noche verdaderamente intensa para todos. Hubo color, hubo aliento sin descanso y hubo básquetbol del bueno.
Banderas rojiverdes en lo alto, la adrenalina y la alegría presente en más de la mitad, locales otra vez. A Aguada lo hace grande su gente, y como la brava muchachada no hay otra igual. Se cantó todo el partido y eso robó el protagonismo de un clásico que ya pierde sentido.
Se cierra así la primera etapa, para dar paso a la Súper Liga. Quedamos clasificados en cuarto lugar; a ellos ahora les tocará un desempate con Larre Borges para intentar lograr el octavo puesto en la tabla.
Pero la historia se repite otra vez, y no solo en los resultados. Otra vez violencia, otra vez personas lastimadas y otra vez el deporte se ve manchado por este tipo de conductas. Conductas que parecen olvidar lo vivido, lo sufrido y lo perdido. Otra vez, la policía tarde y desayunándose con un lío ya en pleno desenlace. Otra vez los medios desinformando sobre lo que verdaderamente estaba ocurriendo. Otra vez los problemas de siempre en nuestro básquetbol, en nuestro deporte. Soluciones, no se ven claras, pero evidentemente las cosas no se están haciendo del todo bien y es lamentable tener que seguir viviendo este tipo de situaciones.Habrá que repensar, repensar todos, para aspirar a un cambio verdadero.
