Hacia un frío que helaba los huesos y se hubiese justificado si era un partido digno. Sin embargo, costaba definir si dolía más el cuerpo o los ojos.

Así no. Hace tiempo que perdimos la pelea por el Apertura. Ya prácticamente no peleamos la Anual. Pero eso no justifica jugar como estamos jugando.

El equipo estuvo totalmente desarmado. No jugamos a nada. No hubo ganas ni fútbol. Y mientras el partido se enfriaba, nosotros nos congelábamos desde la tribuna.

¿No queda más por qué pelear y bajamos los brazos? Nos queda los importante, defender el nombre de este club. Levantarse y dignificar a estos colores en lo que queda del año. Terminar el 2014 tan en alto como lo empezamos.

El domingo tenemos un lindo partido para jugar con Danubio. Aprovechemos esa oportunidad para agarrar viento y terminar este año esperando lo mejor para el que viene.