No es la forma

La cuarta derrota consecutiva llevó a que el campeonato para Curutchet se terminara de la peor manera.

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Repudio la violencia, pero más aún cuando pasa en casa. Lo que pasó en el Franzini el viernes, no se puede repetir jamás. Ni los peores noventa minutos de juego que vi en Defensor, ni lo que pasó en los vestuarios después. Ni por parte de hinchas, ni de jugadores.

No son los valores que representa este club y con este Defensor no me identifico. 

Es cierto que los medios exageraron la situación y a esta altura parece que hubiese sido una batalla campal en los vestuarios violetas. Pero por más mínimo que fuese, me da mucha, mucha tristeza. No es la forma.

¿Cuándo dejamos que nos ganara lo irracional? ¿Cuando la necesidad de ganar un partido sobrepasó el respeto? 

Hoy Curutchet se va de Defensor por malos resultados, pero porque seguramente no aguantó más la situación. Un grupo de hinchas se le vino arriba del alambrado cuando nos hicieron el segundo gol. A mí, particularmente, me da vergüenza que pasen estas cosas en la viola. 

Vivimos en un mundo demasiado violento y Defensor, lamentablemente, se ha ido contagiando cada vez más.  ¿Increpar a los jugadores? ¿Meter presión buscando resultados? ¿De verdad? Ni el peor de los partidos justifica este comportamiento, jamás.

A Fernando, le deseo lo mejor. Ojalá en algún momento pueda volver a un Defensor menos intolerante y con un poquito más de memoria. Y las gracias, para siempre, por hacernos vivir la mejor Copa Libertadores de la historia, por llevarnos a lo más alto y por mostrarnos que era posible.