Un cerro de dudas
Es un partido muy difícil de analizar, ya que la historia seguramente hubiera sido diferente si se desarrollaba en condiciones normales.
Ir al Tróccoli siempre tiene su complicación. Es una cancha que enreda y mucho a los rivales, por el campo de juego y por el sistema que propone el conjunto local.
Sumado a esto, una tarde espantosa para ir al estadio. Lluvia y viento predominaban en el Cerro de Montevideo. Pero, a pesar de todo, los Vagabundos y los fieles hinchas bohemios fueron a alentar al equipo como en cada partido del campeonato.
El juego era por momentos imposible, ya que las condiciones climáticas no permitían llevar el curso del partido tranquilamente. El viento incidía mucho más que la defensa de Cerro y jugaba una mala pasada durante el partido.
Como siempre, el bohemio comenzó con su estilo preferido. De atrás para adelante, a puro toque y habilidad. Pero no era el día indicado para ese tipo de juego. Los pases quedaban a medio camino y las jugadas terminaban sin concretar tiros al arco.
No fueron menores las ausencias de Dieguito Riolfo -el mejor de Wanderers en el campeonato- y Nico Freitas en la mitad de la cancha. Al cuadro le faltó mucha profundidad para llegar al área rival y presencia en la mitad de la cancha.
El problema del equipo fue no encontrar un plan B para sacar el partido adelante. Es muy difícil para un equipo que siempre intenta jugar por abajo, empezar a tirar pelotazos para arriba a los delanteros. La realidad es que esa era la solución. Cada pelota que iba al área era muy peligrosa porque el viento y la lluvia jugaban una mala pasada.
También es cierto que no fue el mejor partido de los defensas, pero es entendible que era un día perfecto para cometer errores.
Cerro entendió cómo se juegan estos partidos en las condiciones que se planteaban. Capaz porque esta forma de jugar se parece más al estilo de juego que ellos plantean diariamente, que es muy distinto al que tratamos de plasmar nosotros.
Hay que pasar de página y pensar en lo que viene. Es un partido muy difícil de analizar, ya que la historia seguramente hubiera sido diferente si se desarrollaba en condiciones normales.
Lo más importante es que volvemos a casa. Parece que pasó un año desde que no jugamos en el glorioso Parque Viera. Esperemos que la vuelta a nuestra casa venga con la victoria de la mano.
Sumado a esto, una tarde espantosa para ir al estadio. Lluvia y viento predominaban en el Cerro de Montevideo. Pero, a pesar de todo, los Vagabundos y los fieles hinchas bohemios fueron a alentar al equipo como en cada partido del campeonato.
El juego era por momentos imposible, ya que las condiciones climáticas no permitían llevar el curso del partido tranquilamente. El viento incidía mucho más que la defensa de Cerro y jugaba una mala pasada durante el partido.
Como siempre, el bohemio comenzó con su estilo preferido. De atrás para adelante, a puro toque y habilidad. Pero no era el día indicado para ese tipo de juego. Los pases quedaban a medio camino y las jugadas terminaban sin concretar tiros al arco.
No fueron menores las ausencias de Dieguito Riolfo -el mejor de Wanderers en el campeonato- y Nico Freitas en la mitad de la cancha. Al cuadro le faltó mucha profundidad para llegar al área rival y presencia en la mitad de la cancha.
El problema del equipo fue no encontrar un plan B para sacar el partido adelante. Es muy difícil para un equipo que siempre intenta jugar por abajo, empezar a tirar pelotazos para arriba a los delanteros. La realidad es que esa era la solución. Cada pelota que iba al área era muy peligrosa porque el viento y la lluvia jugaban una mala pasada.
También es cierto que no fue el mejor partido de los defensas, pero es entendible que era un día perfecto para cometer errores.
Cerro entendió cómo se juegan estos partidos en las condiciones que se planteaban. Capaz porque esta forma de jugar se parece más al estilo de juego que ellos plantean diariamente, que es muy distinto al que tratamos de plasmar nosotros.
Hay que pasar de página y pensar en lo que viene. Es un partido muy difícil de analizar, ya que la historia seguramente hubiera sido diferente si se desarrollaba en condiciones normales.
Lo más importante es que volvemos a casa. Parece que pasó un año desde que no jugamos en el glorioso Parque Viera. Esperemos que la vuelta a nuestra casa venga con la victoria de la mano.