¿Y ahora quién podrá salvarnos?
Peñarol perdió un clásico después de dos años, y ya se apronta la vuelta de Diego Aguirre.
Por suerte hacía muchísimo tiempo que no experimentaba la sensación de perder un clásico, porque el hecho de vivir esta impotencia como una constante debe ser muy doloroso. No me imagino lo que habrá sido para Nacional el caer tres clásicos seguidos recibiendo más de tres goles. Pero de alguna forma eso ya es parte del pasado, la realidad hoy por hoy es muy distinta.
"De atrás y en la hora", "a lo Nacional" y cualquier referencia hecha por parte de los hinchas del tradicional rival al 5 a 0 fueron mi consuelo y hasta mi diversión. Es increíblemente reconfortante como aun en su mejor momento no pueden dejar de reflejarse en nosotros.
La verdad es que no se me ocurre una victoria más "a lo Nacional" que esta: un gol con la mano y otro fruto de tiro libre producto de un foul inexistente, me parece una forma de ganar característica del rival de todas las horas en los últimos tiempos.
Pero seguramente en la historia quedará como una victoria legítima de Nacional y así debemos asumirlo los manyas para poder apreciar y aceptar la desastrosa gestión de esta directiva en cuanto a logros deportivos.
Con esta derrota clásica se puso punto final a Jorge Fosatti como director técnico del primer equipo carbonero, y con su partida comenzaron a bailar los distintos nombres que compiten para su sucesión.
Por una cuestión de lógica y de necesidad, el presidente de Peñarol tiene como prioridad la vuelta de Diego Aguirre, la persona que le dio al club dos de los tres títulos que lleva en lo que va del siglo.
Aun de la forma en que se fue, Aguirre tiene una gran aprobación dentro de la hinchada mirasol por aquella brillante gesta que llevara a Peñarol a disputar la final de la Copa Libertadores del 2011.
En cuanto a resultados deportivos, "la fiera" parece ser sinónimo de triunfo, pero incluso su retorno al club se ve nublado de una innecesaria polémica. Aparentemente habría puesto como condición para su retorno la continuidad de Damiani como presidente.
Este requisito impuesto por ex futbolista me llevan a plantearme: ¿Es necesario seguir enchastrando el panorama electoral en Peñarol? ¿Qué es más importante para Diego, Peñarol o Damiani? Realmente me resulta muy confuso y me lleva a dudar de la rectitud de una persona que hasta el día de hoy considero un ídolo como delantero y como DT.
Insisto que los problemas de Peñarol son mucho más grandes que un Director Técnico, el socio tiene el deber y el derecho de ver más allá y poder juzgar la gestión de esta directiva el próximo 13 de diciembre.
"De atrás y en la hora", "a lo Nacional" y cualquier referencia hecha por parte de los hinchas del tradicional rival al 5 a 0 fueron mi consuelo y hasta mi diversión. Es increíblemente reconfortante como aun en su mejor momento no pueden dejar de reflejarse en nosotros.
La verdad es que no se me ocurre una victoria más "a lo Nacional" que esta: un gol con la mano y otro fruto de tiro libre producto de un foul inexistente, me parece una forma de ganar característica del rival de todas las horas en los últimos tiempos.
Pero seguramente en la historia quedará como una victoria legítima de Nacional y así debemos asumirlo los manyas para poder apreciar y aceptar la desastrosa gestión de esta directiva en cuanto a logros deportivos.
Con esta derrota clásica se puso punto final a Jorge Fosatti como director técnico del primer equipo carbonero, y con su partida comenzaron a bailar los distintos nombres que compiten para su sucesión.
Por una cuestión de lógica y de necesidad, el presidente de Peñarol tiene como prioridad la vuelta de Diego Aguirre, la persona que le dio al club dos de los tres títulos que lleva en lo que va del siglo.
Aun de la forma en que se fue, Aguirre tiene una gran aprobación dentro de la hinchada mirasol por aquella brillante gesta que llevara a Peñarol a disputar la final de la Copa Libertadores del 2011.
En cuanto a resultados deportivos, "la fiera" parece ser sinónimo de triunfo, pero incluso su retorno al club se ve nublado de una innecesaria polémica. Aparentemente habría puesto como condición para su retorno la continuidad de Damiani como presidente.
Este requisito impuesto por ex futbolista me llevan a plantearme: ¿Es necesario seguir enchastrando el panorama electoral en Peñarol? ¿Qué es más importante para Diego, Peñarol o Damiani? Realmente me resulta muy confuso y me lleva a dudar de la rectitud de una persona que hasta el día de hoy considero un ídolo como delantero y como DT.
Insisto que los problemas de Peñarol son mucho más grandes que un Director Técnico, el socio tiene el deber y el derecho de ver más allá y poder juzgar la gestión de esta directiva el próximo 13 de diciembre.