Arrancan los campeonatos y me ilusiono con ser campeón. Cuando las cosas vienen mal le prometo cosas y me aferro a personas en las que no creo. Me muerdo los labios para no putear y me intento convencer que todo se debe a una mala racha. Pasó otro torneo "a lo Fénix".

Aunque una parte de mí, quizás la más racional, le encantaría que de una vez por todas hagamos las cosas bien, otra disfruta la sensación de tener la soga en el cuello siempre.

Pasaron muchas cosas desde que comenzó el Apertura. A todos nos sorprendió el cambio de entrenador, teniendo en cuenta que a nivel deportivo el objetivo se cumplió. No me hago el boludo, pero tampoco entro en el puterío.

"Tejera tenía mala onda con el plantel", "los jugadores no lo querían", etc. Todas esas frases las escuchamos, pero no me corresponde confirmarlas o desmentirlas. Lo cierto es que se fue y en su lugar asumió Gustavo Bueno.

Venía de Nacional con pergaminos a nivel de juveniles que lo avalaban. Podemos discutir mil aspectos de su propuesta, pero a mí me gustaba la intención de ser protagonista. Compré la intención de ir a buscar los partidos, dejar de ser el equipo que espera y salir a comerse al rival en la cancha.

Está claro que las cosas no salieron como se esperaban, pero no quiero que los resultados adversos influyan sobre mi opinión acerca del laburo de Bueno. Me gustó su propuesta y compré su idea, sin embargo el camino terminó de la peor forma.

"Hay que ser más bicho". Cómo me rompe las bolas esa frase. ¿Qué significa?

¿Me van a decir que (aunque nos duela reconocerlo) Racing tiene mejor plantel que nosotros? Cuando la tenían jodida, apostaron a un tipo joven como Mauricio Larriera que los convenció que ellos eran más que el "orden táctico, la actitud y el huevo".

Metieron tremenda campaña el año pasado y en este Torneo Apertura la confirmaron.  No hay recetas ni salvadores, todo está en creer en una idea y convencerse.

Se viene un torneo durísimo. Una vez más gritaremos nuestros goles, pero recién los festejaremos luego de escuchar cómo salió "fulano" en la otra cancha. Tenemos chiquilines que quieren, jugadores que quieren demostrar y veteranos que aún siguen vigentes.

Está claro que el Clausura será durísimo, que nos pondrá a prueba a todos. Desde jugadores, dirigentes, hasta hinchas. Desde el lugar que nos toca, es el momento de definir dónde estamos parados. ¿Somos de Fénix o de los resultados? Nadie dijo que iba a ser fácil, creo que por eso somos hinchas de este club.

A todos ustedes los saludo con un abrazo de gol de Puglia en Rivera, y los espero el año que viene para seguir luchando juntos. Porque si no estamos juntos, nada tiene sentido.

¡Felices fiestas, Mugrientos! Y una vez más, ¡no baja!

PD: Por último, aunque no menos importante, para todos los hinchas este campeonato lo terminamos con una garganta menos en las tribunas. Lo más sincero, aunque parezca poco, es decir "Gracias Nelson Acosta por todo".