¿Los ídolos ya no existen?

El hincha de Wanderers está muy dolido por la actitud de Eguren.

eguren-nino.jpg
Foto: @SEgurenOfficial
Qué difícil es encontrar ídolos en el fútbol de hoy en día, en un mundo donde prima lo económico y se deja de lado el sentimiento por la camiseta. Muchos podrán decir que es un problema de los cuadros menores del fútbol uruguayo, pero lo vemos a diario en los cuadros grandes y en el fútbol mundial.

Nuestros abuelos nos hacen los cuentos del Negro Jefe en las épocas gloriosas del fútbol uruguayo. Impresiona una anécdota y la hago breve: Obdulio se formó en Wanderers e hizo una gran carrera futbolística. Por problemas personales tuvo que recurrir a la venta de todos sus bienes. Vendió todas las camisetas de fútbol que tenía, ¡hasta la de la selección uruguaya! Cuando le ofrecieron comprarle la de Wanderers, él dijo que no, que esa camiseta no se vendía.

La decisión de Eguren conmovió al hincha de Wanderers, pero también a toda la opinión del fútbol. Pero lo que dolió más fueron sus continuas declaraciones de amor hacia el club, de que quería tomar una decisión rápida para no perjudicar al equipo.

Uno podía entender que el jugador se fuera ante una eventual oferta de Emiratos Árabes, ya que él lo había aclarado. Esas ofertas son imposibles de rechazar. Pero lo que no se puede explicar es cómo un jugador firma un contrato, declarando públicamente que se quiere quedar un año para devolverle el cariño que le dio el club, para a los pocos días terminar yéndose a un cuadro menor de Argentina.

A un equipo como Wanderers, que con pocos recursos económicos está frente a la oportunidad de volver a jugar la Copa Libertadores, estas decisiones lo perjudican de una manera muy significativa. Es imposible traer un jugador en buenas condiciones a cuatro días de empezar el campeonato.

Más perjudica al hincha, que se había ilusionado con el regreso de quien creía era un jugador de la casa, un referente, hasta un ídolo.

¡Ojo! Casos apartados quedan, pero son pocos. Guzmán Pereira, capitán en el campeonato ganado por el bohemio, firmó contrato para luego ser vendido a la U de Chile y así al club le quedaba plata por su traspaso.

Gastón Bueno (no es surgido de las formativas) rechazó un contrato con Nacional a dos días de cerrar el periodo de pases, porque le parecía una falta de respeto hacia el equipo. Sergio Blanco, en alguna ocasión.

Y hay varios casos más, que el hincha no se olvida y lo agradece de por vida. No nos podemos olvidar del gran capitán Maxi Olivera, que con tan sólo 23 años lidera un equipo de jóvenes, sintiendo al cuadro como un hincha más.

Es muy difícil juzgar ciertas actitudes de los jugadores. Las carreras son cortas y la diferencia económica, por el bien del jugador y de su familia, se deben hacer antes de que termine todo.

Pero hay jugadores que ya hicieron esa diferencia, sin entrar en el bolsillo de cada persona. Y lo que más molesta son las "declaraciones de amor" que ilusionan al hincha, defraudadas a tan solo cuatro días del inicio del campeonato y a siete del debut en la Copa, dejando al equipo "en banda", como se le dice en la jerga futbolística.

Los cuadros del fútbol uruguayo viven de los jugadores del club, los forman como personas y como jugadores. ¡Qué rápido se olvidan de eso algunos jugadores! Se olvidan de que los ingresos que pueda obtener el club por un pase van a ser invertidos para que otros jugadores puedan ser formados como lo fueron ellos.

Personalmente creo que los ídolos sí existen y van a seguir estando a lo largo de la historia. Son esos jugadores con los que el hincha se siente muy identificado por su juego, actitud o simplemente por su agradecimiento hacia el club.

En el día de ayer se realizó una cena en homenaje al equipo bohemio de 1975, primer cuadro sin ser Nacional y Peñarol que clasificó a la Copa Libertadores. Estuvieron presentes glorias del bohemio y de la selección: el Maestro Tabárez, Mario Rebollo, Celso Otero y José "Pepe" Herrera. También se hicieron presentes Roberto Burgos, Víctor Luzardo, Luis Benítez y Vasconcellos.

Claro que el hincha de Wanderers está muy dolido por la actitud de Eguren. Más que nada desilusionado, por saber que un ídolo tuyo de la infancia no va a volver nunca más al cuadro de tus amores.

Pero compartir la cena de ayer con verdaderas glorias del club y ver el cariño que sienten por Wanderers, me hizo darme cuenta que los ídolos todavía existen y que también hay muchos jóvenes con hambre de gloria, con ambición de convertirse en ídolos para el hincha.

El sueño está intacto, hay plantel de sobra para afrontar este semestre, con Alfredo como director de la orquesta. Confiamos en ustedes. Pronto serán las nuevas glorias del Montevideo Wanderers Fútbol Club.