Alivia pero no cura
El carbonero volvió a la victoria pero dejó muchísimas dudas.
Peñarol jugó un tiempo, o no, peor aun... Peñarol jugó quince minutos de noventa. ¡Quince minutos! Un cuarto de hora bastó para que el club campeón del siglo XX, con el mejor plantel del medio se hiciera con la victoria ante El Tanque Sisley.
Quince minutos en los que el aurinegro se fue para adelante, buscó jugar por las bandas, utilizó adecuadamente a Zalayeta y al pasmoso Gabriel Leyes.
Fue dentro de esos quince minutos que acaecieron los dos goles aurinegros que en definitiva le dieron la victoria. Un pase espectacular de Antonio Pacheco que deja solo a Leyes para que este defina de buena manera contra el primer palo, y una confusa jugada de córner en la que Piriz encuentra el segundo tanto.
Durante los restantes 75 minutos de juego, el carbonero no hizo absolutamente nada por el partido: nada por anotar goles y nada por evitar que le convirtieran. Se le dio el protagonismo al rival, que con su poco juego se fue acercando hasta descontar.
El segundo tiempo del partido transcurrió durante un profundo declive en el juego de los dirigidos por Bengoechea: Los laterales ya no subían, Pacheco estaba cansado y el "Japo" jugaba cada segundo peor. Como si esto fuera poco, el DT realizó dos cambios radicalmente defensivos que no dieron el más mínimo resultado.
Fue Matías Zunino el encargado de anotar el gol de los auriverdes ante una pasividad absoluta de los defensores mirasoles. Primero fue Pacheco que entregó una pelota hacia atrás dejando regalado a todo el fondo del equipo, y luego, como ya es costumbre, ningún zaguero salió a marcar al futbolista que estaba rematando lo que le permitió hacerlo con total comodidad.
El partido terminó 2 a 1, pero pudo haber sido mucho peor. En definitiva Peñarol ganó pero de la manera más dolorosa para el hincha: dejando una infinidad de dudas.
Para los lectores que gustan de ver la mitad del vaso lleno, podemos decir que nuestro equipo volvió a la victoria luego del desastroso partido ante Sudamérica, podemos decir que nuestro equipo sigue puntero y por último que se ganó sin hacer uso de nuestro mejor futbolista: Jonathan Urretavizcaya.
Lo cierto es que aunque se ganó, no se volvió a jugar como contra Defensor de la manera que lo pedíamos en nuestra anterior columna. Aunque Peñarol va a necesitar desplegar su mejor futbol ahora si en verdad quiere hacerse con el torneo Clausura. El próximo rival, River Plate es un equipo que juega muy bien a la pelota y jugándoles como contra El Tanque no les vamos a ganar nunca.
Quince minutos en los que el aurinegro se fue para adelante, buscó jugar por las bandas, utilizó adecuadamente a Zalayeta y al pasmoso Gabriel Leyes.
Fue dentro de esos quince minutos que acaecieron los dos goles aurinegros que en definitiva le dieron la victoria. Un pase espectacular de Antonio Pacheco que deja solo a Leyes para que este defina de buena manera contra el primer palo, y una confusa jugada de córner en la que Piriz encuentra el segundo tanto.
Durante los restantes 75 minutos de juego, el carbonero no hizo absolutamente nada por el partido: nada por anotar goles y nada por evitar que le convirtieran. Se le dio el protagonismo al rival, que con su poco juego se fue acercando hasta descontar.
El segundo tiempo del partido transcurrió durante un profundo declive en el juego de los dirigidos por Bengoechea: Los laterales ya no subían, Pacheco estaba cansado y el "Japo" jugaba cada segundo peor. Como si esto fuera poco, el DT realizó dos cambios radicalmente defensivos que no dieron el más mínimo resultado.
Fue Matías Zunino el encargado de anotar el gol de los auriverdes ante una pasividad absoluta de los defensores mirasoles. Primero fue Pacheco que entregó una pelota hacia atrás dejando regalado a todo el fondo del equipo, y luego, como ya es costumbre, ningún zaguero salió a marcar al futbolista que estaba rematando lo que le permitió hacerlo con total comodidad.
El partido terminó 2 a 1, pero pudo haber sido mucho peor. En definitiva Peñarol ganó pero de la manera más dolorosa para el hincha: dejando una infinidad de dudas.
Para los lectores que gustan de ver la mitad del vaso lleno, podemos decir que nuestro equipo volvió a la victoria luego del desastroso partido ante Sudamérica, podemos decir que nuestro equipo sigue puntero y por último que se ganó sin hacer uso de nuestro mejor futbolista: Jonathan Urretavizcaya.
Lo cierto es que aunque se ganó, no se volvió a jugar como contra Defensor de la manera que lo pedíamos en nuestra anterior columna. Aunque Peñarol va a necesitar desplegar su mejor futbol ahora si en verdad quiere hacerse con el torneo Clausura. El próximo rival, River Plate es un equipo que juega muy bien a la pelota y jugándoles como contra El Tanque no les vamos a ganar nunca.