Cada vez más cerca
El equipo de Bengoechea derrotó a Rentistas 2 a 0 y está a dos victorias de obtener el Clausura
Luego del clásico y junto con él el interminable debate acerca de si Peñarol había jugado bien o mal, el aurinegro pasó a depender de sí a tres fechas del final. En frente estaba el equipo de Manolo Keosseian, hundido en la tabla y dispuesto a amargar la fiesta mirasol.
La tarde-noche en el Centenario se mostró más gélida de lo normal y la tribuna de la familia, lejos de ser el éxito planeado por el departamento de marketing de los bichos colorados, se mostró desnutrida de público y sobre abastecida de hamburguesas.
Pero nada podía arruinarle la fiesta al campeón del siglo, que debía salir a ganar y a mostrar algo más que la pálida actuación ante el Nacional de Montevideo. Era la primera de tres pruebas de fuego que deberá sortear Peñarol si tiene intenciones de hacerse con el campeonato uruguayo.
Lo cierto es que el carbonero no hizo un mal partido. El equipo mostró en todo momento la intención de jugar por las bandas y buscar la pared con el paladín de ébano. El bicho colorado, por otra parte, vino al estadio a molestar, a interrumpir los circuitos de juego del rival sin ninguna intención de ganar el encuentro aunque generó un par de situaciones que bien pudieron haber terminado en gol.
La apertura en el marcador llegó en los pies de Jonathan Urretavizcaya quien se mostró más preciso y participativo que en sus últimas apariciones lo cual es muy alentador de cara a la definición del torneo. A los 15 y con un remate ejecutado con la cara externa del pié derecho, Urreta puso en ventaja al mirasol que jugaba correctamente aunque por demás intranquilo.
La primera mitad se fue con un Peñarol dominando las acciones pero no pudiendo ampliar la ventaja. Zalayeta no estuvo afortunado de cara al gol en los 45 iniciales y todo parecía indicar que el aurinegro iba a seguir de largo.
Pero el segundo tiempo trajo otro encuentro, mucho más lento, predecible y sobrecargado de nerviosismo. Fue ahi cuando el equipo local se acercó más al arco de Migliore y el público se empezó a impacientar.
Ya con Hernán Novick en cancha, la pantera se hizo de un socio en ataque y el campeón del siglo xx volvió a generar situaciones de peligro. Pero fue recién en el minuto 86 que el eterno Marcelo Danubio, con un remate certero contra el palo puso el definitivo 2 a 0.
Así fue como Peñarol superó el primero de los tres escollos que lo separan del título semestral y con él la participación en las finales del campeonato. Sin ser un ballet, logró anteponerse a un equipo que se dedicó a defender y pecó por falta de ambición.
Fenix y Racing respectivamente son los encuentros que restan por disputar. El domingo ante el equipo de Capurro tenemos que estar todos juntos, hinchas y jugadores empujando para poder volver a tener al eterno Peñarol levantando otra copa más. Estamos cada vez más cerca.