No Baja, te digo y te repito
Hay partidos que se ganan y hay triunfos que marcan más cosas que los tres puntos.
El fin de semana quedó demostrado que hay una banda adentro de la cancha dejó en claro que es de primera.
Después de tanto remar, de soportar el viento en contra, de tambalear con algunas olas que nos sacudieron y nos llevaron a dudar de nosotros mismos y cuestionar si realmente podríamos salir de la situación, la orilla está ahí nomás.
Después de tantos contratiempos, estamos muy cerca de alcanzar el objetivo que nos propusimos a mitad de año luego de asumir que el panorama deportivo había cambiado y que a pesar de tener un muy buen plantel, una vez más tocaba pelear por mantener viva la frase “El Fénix no baja”.
Era a todo o nada. Ya no quedaba margen de error. La matemática es cruel y nos decía que para quedarnos había que sumar y sumar y de reojo mirar que los otros no lo hagan.
Lo que parecía una utopía se transformó en realidad. Se le ganó a Atenas, Wanderers, Rampla y Rentistas. El único traspié fue ante Nacional en un partido dentro de todo “perdible”.
¡¡La sacamos adelante gente.!! Ellos, los que juegan y los que dirigen la sacaron. Nosotros, los que alentamos y asumimos que más allá de no estar de acuerdo con algunas cosas era el momento de tirar para adelante, también la sacamos o al menos colaboramos para que suceda.
Estamos ahí. Encima podemos cumplir la misión ante nuestro rival de siempre. Y si no es ahí será en la otra. A no enloquecerse ni desesperarse.
Disfrutemos el partido ante Racing, nuestro clásico deportivo. Qué la tribuna sea una fiesta, que suenen esos bombos nuevos que se compraron y que el cemento gris de la tribuna se pinte de violeta y blanco. Pase lo que pase, que todo se termine en la cancha. Ni más guapos por aguantar, ni más miedosos por correr. Ni más valientes por aguantar “con las manos” ni menos hombres por evitar un lío.
Ya llegará el momento de hacer un balance del año. De reconocer los errores, asumir que hemos hecho cosas mal y tratar de no repetir esas decisiones erróneas en un futuro. Ya llegará el momento, ojalá, de sacar ese aire de adentro, resoplar al aire, descargar esa angustia que llevamos dentro desde hace tiempo y gritar bien fuerte “No Baja, te digo y te repito, No Baja”
¡Feni che!
Después de tanto remar, de soportar el viento en contra, de tambalear con algunas olas que nos sacudieron y nos llevaron a dudar de nosotros mismos y cuestionar si realmente podríamos salir de la situación, la orilla está ahí nomás.
Después de tantos contratiempos, estamos muy cerca de alcanzar el objetivo que nos propusimos a mitad de año luego de asumir que el panorama deportivo había cambiado y que a pesar de tener un muy buen plantel, una vez más tocaba pelear por mantener viva la frase “El Fénix no baja”.
Era a todo o nada. Ya no quedaba margen de error. La matemática es cruel y nos decía que para quedarnos había que sumar y sumar y de reojo mirar que los otros no lo hagan.
Lo que parecía una utopía se transformó en realidad. Se le ganó a Atenas, Wanderers, Rampla y Rentistas. El único traspié fue ante Nacional en un partido dentro de todo “perdible”.
¡¡La sacamos adelante gente.!! Ellos, los que juegan y los que dirigen la sacaron. Nosotros, los que alentamos y asumimos que más allá de no estar de acuerdo con algunas cosas era el momento de tirar para adelante, también la sacamos o al menos colaboramos para que suceda.
Estamos ahí. Encima podemos cumplir la misión ante nuestro rival de siempre. Y si no es ahí será en la otra. A no enloquecerse ni desesperarse.
Disfrutemos el partido ante Racing, nuestro clásico deportivo. Qué la tribuna sea una fiesta, que suenen esos bombos nuevos que se compraron y que el cemento gris de la tribuna se pinte de violeta y blanco. Pase lo que pase, que todo se termine en la cancha. Ni más guapos por aguantar, ni más miedosos por correr. Ni más valientes por aguantar “con las manos” ni menos hombres por evitar un lío.
Ya llegará el momento de hacer un balance del año. De reconocer los errores, asumir que hemos hecho cosas mal y tratar de no repetir esas decisiones erróneas en un futuro. Ya llegará el momento, ojalá, de sacar ese aire de adentro, resoplar al aire, descargar esa angustia que llevamos dentro desde hace tiempo y gritar bien fuerte “No Baja, te digo y te repito, No Baja”
¡Feni che!