Objetivo cumplido
Se sufrió, se dudó y costó pero el centenario de Fénix se festejará en primera división.
Más allá de que aún faltan dos partidos para que termine el campeonato y nadie más que nosotros sabe lo que vale cada punto a la hora de pasar raya, podemos decir que después de sufrir mucho se alcanzó el objetivo y el cuadro estará en primera un año más y podrá festejar su centenario en la máxima categoría.
Al igual que cuando las cosas venían mal y no era el momento para las críticas que no aportaban ni sumaban para salir de la situación, el hecho de lograr la permanencia no debe encandilarnos y pensar que todo se hizo bien.
A nivel dirigencial, la apuesta deportiva que se tomó al comenzar la temporada falló. Se apostó a un técnico y a un plantel que por determinadas situaciones no logró los resultados que se pretendían. La situación en la tabla obligó a cambiar el rumbo a mitad del viaje y modificar los objetivos. De la apuesta ofensiva y el plantel para clasificar a una copa internacional se pasó a un técnico “bicho” que tenía la responsabilidad de mantenernos en primera. Lo logró.
Desde el aspecto futbolístico, hay jugadores que, lamentablemente, no alcanzaron el rendimiento que se esperaba. Algunos juveniles comenzaron a hacer sus primeras armas en el plantel principal y otros fueron transferidos a un fútbol más competitivo a nivel deportivo y económico.
Nosotros, los hinchas, acertamos en algunas y le pifiamos en varias. Me saco el sombrero por la merecida plaqueta que tiene el “Negro” Acosta en la cancha. Me da vergüenza la agresión al árbitro del partido ante Defensor y las constantes agresiones al técnico actual.
Me calienta que tengamos personas en la tribuna que justifiquen su violencia amparándose en “ser hinchas” y defender al club. Para que quede claro: ir a la cancha armado, patotear al rival, agarrarse a trompadas con los hinchas rivales son actitudes que se aproximan más a un delincuente que al sentimiento por un club.
Al cuadro lo quieren los que van atrás del arco con sus bombos y sus cantos de la misma manera que los veteranos que se sientan en la platea desde hace años y lo único que quieren es ver al equipo de sus amores.
Si queremos un mejor Fénix para el futuro es necesario que cada uno asuma y reconozca los errores que cometió para no repetirlos en un futuro. Respetando el “No Baja” pero apostando a ser mejores. Estoy seguro que se puede. Vamo arriba “Mugrientos”, los 100 años los festejamos en primera.
¡Feni ché!
Al igual que cuando las cosas venían mal y no era el momento para las críticas que no aportaban ni sumaban para salir de la situación, el hecho de lograr la permanencia no debe encandilarnos y pensar que todo se hizo bien.
A nivel dirigencial, la apuesta deportiva que se tomó al comenzar la temporada falló. Se apostó a un técnico y a un plantel que por determinadas situaciones no logró los resultados que se pretendían. La situación en la tabla obligó a cambiar el rumbo a mitad del viaje y modificar los objetivos. De la apuesta ofensiva y el plantel para clasificar a una copa internacional se pasó a un técnico “bicho” que tenía la responsabilidad de mantenernos en primera. Lo logró.
Desde el aspecto futbolístico, hay jugadores que, lamentablemente, no alcanzaron el rendimiento que se esperaba. Algunos juveniles comenzaron a hacer sus primeras armas en el plantel principal y otros fueron transferidos a un fútbol más competitivo a nivel deportivo y económico.
Nosotros, los hinchas, acertamos en algunas y le pifiamos en varias. Me saco el sombrero por la merecida plaqueta que tiene el “Negro” Acosta en la cancha. Me da vergüenza la agresión al árbitro del partido ante Defensor y las constantes agresiones al técnico actual.
Me calienta que tengamos personas en la tribuna que justifiquen su violencia amparándose en “ser hinchas” y defender al club. Para que quede claro: ir a la cancha armado, patotear al rival, agarrarse a trompadas con los hinchas rivales son actitudes que se aproximan más a un delincuente que al sentimiento por un club.
Al cuadro lo quieren los que van atrás del arco con sus bombos y sus cantos de la misma manera que los veteranos que se sientan en la platea desde hace años y lo único que quieren es ver al equipo de sus amores.
Si queremos un mejor Fénix para el futuro es necesario que cada uno asuma y reconozca los errores que cometió para no repetirlos en un futuro. Respetando el “No Baja” pero apostando a ser mejores. Estoy seguro que se puede. Vamo arriba “Mugrientos”, los 100 años los festejamos en primera.
¡Feni ché!