Simplemente gracias
Más allá de resultados, ese es el principal legado que nos dejan. Ustedes marcaron el camino. Simplemente gracias.
Foto: facebook.com/mwfc.oficial
¿Por dónde empezar? Es difícil hacer esta nota, porque por un lado es el final de un camino recorrido, de un sueño que se esfuma. Pero por otro, la culminación de una etapa que nos dejó y nos enseñó mucho. Momentos inolvidables, experiencias increíbles, una familia más unida que nunca y un club reconocido y respetado en toda América porque juega bien al fútbol.
Con esta mezcla de emociones, hoy le quiero escribir a los jugadores, al cuerpo técnico y a todos los colaboradores (a esos que nadie los ve, pero que en silencio hacen un trabajo perfecto). A todos ustedes: gracias, muchas gracias.
Gracias por ilusionarnos, por dejarnos soñar, por hacernos disfrutar, por permitirnos conocer lugares y estadios increíbles, por jugar "a lo Wanderers" en cualquier cancha y por defender esta camiseta como verdaderos hinchas.
Le jugaron de igual a igual a Boca en La Bombonera. Lo mismo hicieron con el campeón argentino acá y en Avellaneda. Demostraron que un equipo uruguayo puede ser protagonista, puede ir para adelante y jugar lindo; que meter, "poner huevo" y no tener miedo no significa pegar y garronear al rival. Significa pedir la pelota, jugar al fútbol, apoyar al compañero y aparecer en los momentos difíciles.
Eso es jugar "a lo Wanderers". Ustedes lo hicieron, se hicieron respetar y dejaron a nuestro club bien alto. Y me atrevo a decir que no solo son el orgullo de Wanderers, sino que son el orgullo de un país.
Escuchar a hinchas y funcionarios de Racing, de Boca y de otros equipos, hablar bien de Wanderers, recibir felicitaciones por lo bien que juega el equipo y sentirlos reconocer que la eliminatoria la veían más complicada que al inicio, no tiene precio.
Ver a los jugadores de Racing tirarse al piso de a tres para hacer tiempo, a la famosa "Guardia Imperial" de Avellaneda quedarse en silencio y solamente escuchar a 600 vagabundos haciendo eco en el estadio, alentando al jugador, son momentos que no se van a borrar jamás.
Mi abuelo me hizo de Wanderers e inculcó a toda la familia lo que eso significa, los valores que están detrás de esta camiseta. ¿Saben lo que hubiera dado por estar acá? ¿Por haberse ilusionado con este plantel y compartir estos lindos momentos con toda la familia?
Me viene a la mente el banderazo que armaron los hinchas en la concentración de la ARU para despedirlos, previo al viaje a Buenos Aires. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Con tan solo ver esa noche, la foto de todos ustedes mezclados entre los hinchas, realmente emociona.
Tal vez es cierto que la historia la escriben los que ganan y que es el nombre de los campeones el que queda inmortalizado en el tiempo, pero ustedes escribieron nuestra propia historia y están en las páginas más importantes de este club. Este plantel va a ser siempre recordado por la hinchada.
Me atrevo a acercarles estas palabras, que seguramente sean las mismas de toda la familia de Wanderers. Esto va a continuar: la orquesta de Alfredo tiene que seguir tocando. Seguramente algunos seguirán, otros se irán para poder triunfar en el exterior y nuevos pibes aparecerán en escena.
Gracias a ustedes, esos pibes saben que vienen a jugar a un cuadro grande, a un equipo que pelea campeonatos naciones e internacionales, a una gran familia en la que se respiran valores que no estamos acostumbrados a ver en el fútbol de hoy. Más allá de resultados, ese es el principal legado que nos dejan. Ustedes marcaron el camino.
Simplemente gracias.
Con esta mezcla de emociones, hoy le quiero escribir a los jugadores, al cuerpo técnico y a todos los colaboradores (a esos que nadie los ve, pero que en silencio hacen un trabajo perfecto). A todos ustedes: gracias, muchas gracias.
Gracias por ilusionarnos, por dejarnos soñar, por hacernos disfrutar, por permitirnos conocer lugares y estadios increíbles, por jugar "a lo Wanderers" en cualquier cancha y por defender esta camiseta como verdaderos hinchas.
Le jugaron de igual a igual a Boca en La Bombonera. Lo mismo hicieron con el campeón argentino acá y en Avellaneda. Demostraron que un equipo uruguayo puede ser protagonista, puede ir para adelante y jugar lindo; que meter, "poner huevo" y no tener miedo no significa pegar y garronear al rival. Significa pedir la pelota, jugar al fútbol, apoyar al compañero y aparecer en los momentos difíciles.
Eso es jugar "a lo Wanderers". Ustedes lo hicieron, se hicieron respetar y dejaron a nuestro club bien alto. Y me atrevo a decir que no solo son el orgullo de Wanderers, sino que son el orgullo de un país.
Escuchar a hinchas y funcionarios de Racing, de Boca y de otros equipos, hablar bien de Wanderers, recibir felicitaciones por lo bien que juega el equipo y sentirlos reconocer que la eliminatoria la veían más complicada que al inicio, no tiene precio.
Ver a los jugadores de Racing tirarse al piso de a tres para hacer tiempo, a la famosa "Guardia Imperial" de Avellaneda quedarse en silencio y solamente escuchar a 600 vagabundos haciendo eco en el estadio, alentando al jugador, son momentos que no se van a borrar jamás.
Mi abuelo me hizo de Wanderers e inculcó a toda la familia lo que eso significa, los valores que están detrás de esta camiseta. ¿Saben lo que hubiera dado por estar acá? ¿Por haberse ilusionado con este plantel y compartir estos lindos momentos con toda la familia?
Me viene a la mente el banderazo que armaron los hinchas en la concentración de la ARU para despedirlos, previo al viaje a Buenos Aires. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Con tan solo ver esa noche, la foto de todos ustedes mezclados entre los hinchas, realmente emociona.
Tal vez es cierto que la historia la escriben los que ganan y que es el nombre de los campeones el que queda inmortalizado en el tiempo, pero ustedes escribieron nuestra propia historia y están en las páginas más importantes de este club. Este plantel va a ser siempre recordado por la hinchada.
Me atrevo a acercarles estas palabras, que seguramente sean las mismas de toda la familia de Wanderers. Esto va a continuar: la orquesta de Alfredo tiene que seguir tocando. Seguramente algunos seguirán, otros se irán para poder triunfar en el exterior y nuevos pibes aparecerán en escena.
Gracias a ustedes, esos pibes saben que vienen a jugar a un cuadro grande, a un equipo que pelea campeonatos naciones e internacionales, a una gran familia en la que se respiran valores que no estamos acostumbrados a ver en el fútbol de hoy. Más allá de resultados, ese es el principal legado que nos dejan. Ustedes marcaron el camino.
Simplemente gracias.