El desastre táctico de Peñarol
Con una derrota por 3 a 1 ante Defensor, el aurinegro se ubicó en el 6to lugar pasada la tercera fecha.
Fue ni más ni menos que otra lamentable "performance" del equipo de Pablo Bengoechea, que nuevamente equivocó todos los procedimientos: colocó un equipo desbalanceado tácticamente, subestimó y no supo contener el ataque violeta y por último no acertó con los cambios.
En primer lugar, y entiendo que esto es lo más importante, el caos defensivo que mostró el aurinegro anoche fue alarmante y hasta vergonzoso. Cada vez que el equipo violeta cruzaba la mitad de la cancha llegaba con peligro, abría la cancha y encontraba espacios a granel.
Aguirregaray sigue sin convencer, se lo ve lejísimos físicamente. Viera y MacEachen son los sustitutos naturales de Carlos Valdez y son dos jugadores con una falta de jerarquía tremenda como para jugar en Peñarol (lo dije antes y lo repito ahora). Y ayer jugaron los dos.
¿Qué podíamos sumarle a esta debacle? A Sebastián Piriz como volante de marca, quien fiel a su estilo regaló un balón que terminó en el primer gol violeta.
A su vez tampoco el ataque estaba balanceado: Viega y Albarracín oficiaron de extremos por izquierda y derecha respectivamente. A ellos se les encomendó llevar el balón al área o buscar el espacio para hacer picar a uno de nuestros delanteros. El problema era que nuestros delanteros eran Diego Forlán y Marcelo Zalayeta de 36 años cada uno. El mejor centrador y el mejor asistidor del futbol uruguayo metidos adentro del área, ¡es para matarse!
Es evidente que no se planificó el partido defensivamente. Enfrentamos a un equipo que sin ser un ballet era capaz de abrir la cancha y hacerlo con la velocidad suficiente para dejar atónitos a nuestros defensores.
Que Bengoechea ha cometido errores es clarísimo, así como también es claro que no ha sido el único. Más allá de los errores estratégicos entiendo que fue una pobrísima actuación aurinegra y que se debe mejorar mucho si se quiere revertir esta situación.
No creo que desmerecer a quien otrora nos regalara cinco campeonatos seguidos sea el camino, pero Bengoechea debe darse cuenta que no alcanza con largar a 11 fenómenos a jugar a la pelotita.
El fútbol tiene factores emocionales, físicos y estratégicos que el DT debe empezar a tomar en cuenta si no quiere que el presidente se ponga como una fiera.