Idénticos

Con estos jugadores vamos a disfrutar mucho, incluso hasta en las derrotas.

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Primero que nada, un placer reencontrarme con mis fieles (?) lectores una vez más y perdón por la tardanza. Para empezar, corresponde hacer una pequeña valoración sobre lo que fue la preparación del equipo de cara al campeonato. Debo reconocer que pocas veces he visto a Racing reforzarse de esta forma.

Volvieron jugadores no solo de gran nivel, sino además muy identificados con los colores más hermosos. A un plantel, que ya era competitivo, se le sumaron Jean Pierre Barrientos, el mago Leandro Ezquerra, Líber -próximo goleador histórico- Quiñones, Jonathan Ramis e Ignacio Ithurralde.

Claro, para un equipo cuyos problemas más grandes radicaban en la defensa, quizás haber gestionado únicamente este último fichaje parezca poco, hecho que se ve un poco opacado por lo espectacular de los otros.

De mitad de cancha hacia adelante tenemos uno de los mejores equipos del medio, sin lugar a dudas. Seguramente pocas veces en la historia, a pesar de que hemos sabido tener buenos planteles los últimos años, tuvimos un ataque de tan destacado nivel.

Contamos no solo con un equipo titular temible para cualquier defensa, pero también con el recambio necesario para dar vuelta partidos. Factor fundamental para un equipo que empieza perdiendo casi siempre a los 10 minutos de cada encuentro. O antes.

En lo que respecta a los dos partidos que se llevan disputados, cabe hacer el mismo análisis: dos goles recibidos al principio de los partidos, y en los segundos tiempos nos complicaron las cosas.

En ambos casos, dichas jugadas generaron la reacción del equipo, que en el primer caso fue a tiempo y suficiente, y en el último no.

Lo que vivimos en Florida una vez más fue extraordinario. Además fue idéntico a lo que sentimos la primera fecha del Apertura pasado.

Tiro libre de Leandro para el descuento, cabezazo del matador Quiñones para el empate y, en la hora, un zapatazo implacable al ángulo de Ezquerra para hacernos delirar.

Desde el principio quedó claro lo que este equipo es capaz de lograr. Lo que no es tan fácil de lograr, es entender por qué el Vasco arma la defensa de esa manera.

Esto no es nada en contra de Lacoste, que siempre nos ha rendido, pero todos sabemos que no es lateral. Para la segunda fecha hizo su estreno Ithurralde: tuvo cierta responsabilidad en el primer gol de los violetas y salió lesionado. Habrá que esperar para hacer una evaluación más profunda.

Tanto El Tanque como posteriormente el Tuerto plantearon partidos idénticos, ayudados por la puesta en ventaja temprana. La única diferencia fue que este sábado no tuvimos la virtud ni la suerte de lograr el descuento temprano en el segundo tiempo, de forma tal de poner cierta presión sobre el rival.

Eso causó que por momentos cayéramos en el apuro de tirar alguna pelota larga en vez de jugar por abajo en una cancha que luce formidable.

En general se intentó jugar, y no hay quien dude que dominamos todos los aspectos del partidos menos el marcador, sobre todo en el segundo tiempo, pero esta vez no entró la pelota.

Quizás lo positivo es que hubo chances de gol, tal vez algún penal, y un offside cobrado a Jean Pierre cuando se iba solo. Con esto no quiero decir que hayamos perdido por culpa de la terna arbitral. Fue por errores nuestros, como muchas veces sucede.

El campeonato aún no termina, ni mucho menos, y con estos jugadores vamos a disfrutar mucho, incluso hasta en las derrotas.

Lo que se viene es de los clásicos más desparejos del fútbol uruguayo, claramente a favor nuestro, frente a Fénix, en la cancha en la que ganamos siempre. Todos sabemos cuál es.

Esto recién comienza, ¡vamos Racing!