A Peñarol le falta "bielsismo"
Con un tímido 1 - 0, el equipo de Bengoechea sigue siendo el equipo de Bengoechea, por lo menos por una semana más...
"Cuando tenés la pelota hay que desmarcar. ¿Y por qué desmarcar? Para que la posesión de la pelota y el avance sean más fluidos. Las posiciones fijas, sin movimiento, hacen más perceptible la formación de las líneas para el rival.
Pero ojo, que mientras más desmarques, más desorden generás en tu propio rearmado cuando tenés que cubrir el campo de manera tal que estén en las posiciones los jugadores que mejor se desempeñan en ellas. Y esa es la gran dificultad. Se resume simplemente: mientras más desmarcás más te cuesta recomponer. Y si no desmarcás lo suficiente, no le das fluidez a la circulación de la pelota.
¿Sabés lo que pasa entonces? Que los jugadores se asustan. Cuando están muy apretados no se desmarca ninguno, porque todos quieren estar cerca de su posición defensiva. Al costar recomponer, comprometés tu propio arco; pero si no arriesgas, perdés muy rápido la pelota y se la entregas al rival, que entonces te ataca"
Marcelo Bielsa
Desmarcar y recomponer. El excelso profesor de educación física argentino señala a esos dos verbos como el quid futbolístico, y a mi juicio es el punto de partida del caos táctico que sufre Peñarol fin de semana tras fin de semana.
El aurinegro no sabe jugar cuando pierde la pelota, le cuesta rearmarse y elige mal cuándo presionar y cuándo esperar.
Este domingo pudimos ver en repetidas ocasiones cómo nuestros jugadores, saliendo tocando desde el arco, perdían el balón de manera insólita en la mitad de la cancha y quedaban automáticamente a merced de un contragolpe rival.
La línea defensiva se quebraba con una facilidad tremenda. Vi desorden, distracciones, puteadas y nervios que se transmitían desde el banco y desde la tribuna; y déjenme decirles que de esa forma no se puede "jugar".
"Yo siempre les digo a los muchachos que el fútbol para nosotros es movimiento, desplazamiento. Que hay que estar siempre corriendo. A cualquier jugador, y en cualquier circunstancia, le encuentro un motivo para estar corriendo. En el fútbol no existe circunstancia alguna, escuchame bien, no existe motivo alguno para que un jugador esté parado en la cancha".
¡Vaya si esta frase se tiene que hacer escuchar en Los Aromos! Es tan importante que corra el que tiene el cuero como que corran sus compañeros que son sus permanentes opciones de pase.
Y es que Peñarol no sorprende a nadie en la creación de juego, es rudimentario y anunciado en la transición defensa-ataque y tiene futbolistas como Marcelo Zalayeta que hace varios partidos parecen jugar con el freno de mano puesto.
"Cuando el gol no llega, la sensación que tengo no es que hay que poblar más el área, sino que hay que manejar más la elaboración para que la pelota llegue al área. Siempre que un equipo al que dirijo le falta gol sitúo más la observación en cómo se elabora la pelota previa a la definición. Esa es mi inclinación".
Esta frase habría que hacérsela llegar al Profe, que insiste con poner a Zalayeta y a Forlán como atacantes. Insisto en que el mejor centrador y el mejor asistidor del fútbol uruguayo no pueden pasarse 90 minutos en el área rival esperando que les llegue la pelota.
Ni Albarracín ni Luque fueron capaces de desbordar y centrar en todo el primer tiempo y, al jugar con dos delanteros de 36 años, el factor sorpresa y la explosión se pierden un poco. Con el ingreso de Ifrán el panorama cambió, Peñarol se sintió capaz de sorprender a su rival y fue un equipo más rápido y vertical.
Sin otro particular que el ferviente deseo de hacer que mi equipo me brinde un espectáculo análogo a lo que la gente llama "buen fútbol", les deseo el mejor comienzo de semana.