Justicia divina
El Parque Central fue mudo testigo de otra hazañosa batalla librada por nuestro heroico equipo ante uno de los poderosos de nuestro fútbol.
Quizás para muchos de los presentes en el Parque Central, la actuación de Sud América haya sido sorprendente, pero para los poco más de cien buzones que fuimos a encerrarnos en El Peor Sector Visitante del Mundo fue mucho más que eso.
No sé a su parecer, señor buzón, pero yo el sábado no vi al Sud América de las 9 fechas anteriores, yo vi otro equipo. Uno que ganaba las pelotas divididas, que manejaba el partido a piacere, con soltura, como si nuestra posición en la tabla fuera de vanguardia, y por sobre todo, que tenía una línea de fondo sólida, sin grietas, y con un Chuky Pereiro como estandarte, sacando cualquier balón que amenazara la meta de Irazún.
Visto este panorama, no fue de extrañar que Sud América se pusiera en ventaja. E incluso pudo haberlo hecho antes, pero el primer línea anuló un gol que, si bien por el reglamento está bien anulado, permitanme al menos dudar de que, en caso de darse al revés y que el que mandara la pelota a la red fuera Alonso, el línea levantaría la bandera.
Por suerte para nosotros, a los 20 minutos y luego de que Vega le pusiera un pase de otro fútbol al Chatito Arismendi y este metiera otro pase entre líneas majestuoso, apareció ÉL.
No voy a reiterar todos los elogios que he volcado en ediciones anteriores de esta columna hacia "Maravilla". Solo voy a decir que el gol convertido por Colman el sábado fue ni más ni menos que un acto de justicia.
Nadie más que él merecía hacer ese gol, premio a la regularidad y entrega que demuestra fin de semana tras fin de semana, se den o no se den los resultados. Colman ingresó por el medio del área, definió suave y esta vez sí, no había offside que lo impidiera, nos poníamos justa y merecidamente en ventaja.
Pero claro, cuando jugás contra estos equipos no te podés descuidar, porque tienen jugadores capaces de marcar la diferencia en un instante. Y cuando no son ellos, la diferencia puede venir desde otro lado. Como desde la línea de cal. Y no precisamente desde el banco de suplentes.
Un pelotazo de Polenta encuentra a Pereiro y a Alonso forcejeando por el balón, cuando este último cae en la mitad de la medialuna y Daniel Rodríguez, a instancias de su segundo línea Mauricio Ituarte, insólitamente pita penal.
Sigo sin poder creer que en serio nos hayan cobrado ese penal en contra. No tiene explicación. Desde cualquier punto del estadio pudo verse que la falta, de existir, era afuera del área. No tiene lógica alguna.
Si con los presupuestos y planteles que tienen los equipos grandes, necesitan de estas ayudas para ganarle a cuadros con muchísimo menos plantel, recursos e infraestructura, déjenme decirles que a nivel internacional les esperan varios años más de sequía.
Bueno, ahora sí, con el partido 1 - 1, luego de haber sido ultrajado de manera alevosa, usted pensará que Sud América se resquebrajaría y Nacional lo pasaría por encima. Otra vez sorpresa. Nada más alejado de la realidad. La IASA no se amilanó. Por el contrario, siguió pensando en el arco de enfrente.
De esta forma, llegamos al segundo tanto. Y si hablamos de justicia en el primer gol, tenemos que hablar de lo mismo en este segundo. Haciendo un paralelismo un tanto descabellado, si fuéramos el Boca de Bianchi, Colman sería nuestro Palermo y el Chato Arismendi nuestro Riquelme. Este partido es un fiel reflejo de lo influyentes que han sido ambos para los puntos de Sud América en el torneo.
El primer tiempo se fue con dos errores arbitrales a mi parecer bastante groseros. El primero es no expulsar a Alonso luego de una plancha innecesaria a Juan Alsina, y el segundo es haber cortado un ataque en el que Royón se iba SOLO para convertir el tercero, por un supuesto offside, cuando el Nico recibe la pelota de un zaguero de Nacional. A pesar de todo, nos ibamos en ganancia.
Y en el segundo tiempo aguantamos. Aguantamos como siempre, como toda nuestra historia, a lo macho, con los dientes apretados, igual que como aguantamos 17 años en la B, igual que como aguantamos derrotas contra cuadros que hoy ya ni existen, igual que como aguantamos estar al borde de la desaparición.
Y claro, esta película tenía que terminar así, a lo Sud América. Cuándo el partido moría y el tiempo de descuento estaba excedido, cae una pelota en nuestra área, rebota en el brazo de Adrián Argachá y, nuevamente, Rodriguez cobra penal.
No era justo que nos fuesemos de la cancha sin los 3 puntos. Y nadie lo sabía más que Irazún, quién se calzó el traje de justiciero y metió las manos para ponerle el punto final que merecía esta película. Silenciamos el Parque una vez más, por segunda vez en el 2015.
Lo mejor de todo y lo que más esperanza me da, fue el rendimiento del equipo. Confieso que fui al Parque Central con la esperanza de no ser goleado, pero los muchachos demostraron que pueden dar mucho más de lo que habían mostrado hasta acá en el campeonato.
Duplicaron su rendimiento, jugaron como si fuesen un cuadro que está acostumbrado a pelear arriba y contra estos equipos, no les pesó el partido en ningún momento. Jugando al 60% de lo que jugamos el sábado, podemos estar mucho más arriba. Depende de nosotros.
Más allá de los nombrados más arriba, quiero hacer una mención especial para Julián Perujo, que en defensa viene siendo lo más parejo de Sud América. En silencio, siempre rindiendo y tratando de ser salida por su sector. Sin contar que tiene algo clave para la situación en la que estamos, el temperamento.
Yo pienso que todo cuadro que aspire a algo, ya sea pelear el campeonato o salvarse del descenso, tiene que tener un desequilibrado mental en el plantel, y nosotros tenemos a Julián. Estoy seguro de que vos le tirás un dóberman a correr por su punta y Perujo le muerde la oreja.
Y ni que hablar de Juan Alsina, quien llegó en el 2010 al club y también en silencio se ha ido transformando en un símbolo.
Ahora se viene Wanderers en San José. Una buena oportunidad para bajar a otro de los de arriba y poder empezar a escaparle definitivamente al descenso. Esperemos que el equipo salga igual que el sábado a jugar estos 5 partidos que nos quedan y poder terminar lo más arriba posible.
¡SUD AMÉRICA, NOMÁ!