Llegamos al Parque Central en medio de la euforia por la clasificación a cuartos de final de la Copa Sudamericana y nos volvimos mirando el suelo y pateando piedras de la bronca. No es ser resultadista, es decir las cosas cuando están bien y también decirlas cuando están mal. Lo de ayer fue desastroso.

Me podrás decir: "El jueves estabas convencido de que eran una máquina y hoy estás diciendo todo lo contario". ¡No! Nada que ver. Ni éramos una máquina ni hoy somos lo peor. El jueves jugamos bien y ayer jugamos mal, solo eso.

El hincha puede bancar perder un partido contra Nacional o Peñarol (siempre duelen), pero es bastante más probable que los pierdas contra ellos que contra otros equipos. De hecho son los únicos equipos del país con los que tenemos el historial en contra y por mucha diferencia, algo lógico en nuestro fútbol.

Pero hay formas de perder y eso es lo que duele. Pareciera que se perdió desde el vestuario. Más allá de errores defensivos en abundancia, la actitud de los jugadores no contentó a nadie. A veces se necesita un poco más que buen fútbol para sacar resultados en partidos decisivos.

Se trata de correr, pelear las divididas, demostrar ganas y por sobre todo amor propio. Repito, no es ser resultadista y en una misma semana pasar de estar eufórico a estar caliente porque sí nomas, sino que es decir las cosas como fueron. Contra Lanús se metió y se jugó, bien. Contra Nacional ni se jugó ni se metió, mal.

Nos diremos a nosotros mismos que la doble competencia está matando a nuestros jugadores y que es lógico que cosas como estas pasen. No digo que no pase factura, pero la doble competencia no es justificación para jugar tan livianitos como se jugó el domingo.

Puede faltar fútbol, pero al menos demostrar entrega. Eso pedimos y lo vamos a pedir estemos mitad de tabla en un Apertura o estemos en Japón jugando el Mundial de Clubes.

Y ya con Nacional es algo que empieza a preocupar. Todos los años es un rival directo para nosotros y siempre pareciera que entramos perdiendo cuando nos toca ir al Parque Central. Los partidos decisivos hay que jugarlos tal como son.

Rotación sí, rotación no
¿Hizo bien Tejera en jugar con el mismo equipo que el pasado jueves? La polémica se instaló enseguida en la parcialidad violeta. Unos opinan que era cantado hacer cambios, otros no tanto. Todas opiniones válidas y respetables. Yo confiaba en este mismo equipo para llevarme los tres puntos ayer. En base a lo que sucedió no voy a opinar diferente, porque sería caer en la de la opinión con el diario del lunes, y no.

Cambio a gritos
Parece ser una opinión unánime en la tribuna. Ariosa no está demostrando el nivel como para ser titular en esta defensa. Tres de los cuatro goles del domingo vinieron por su lado y ya es de varios partidos atrás el flojo rendimiento. Lo de ayer fue una rotunda confirmación. El estado físico no le está dando. Espera el "Zorrito" Suárez una oportunidad.

Se salvan
Cardacio y Arambarri fueron de lo mejorcito (dentro de lo peor) del equipo. Maxi Gómez otra vez entró bien cuando Tejera lo mandó a la cancha.

Preocuparon
El ya mencionado Ariosa, Lozano y Facundo Castro.

En fin, se perdió, pero falta mucho todavía. No somos el peor equipo del mundo y no es para empezar a tirar para atrás. Las cosas hay que decirlas en las buenas y en malas. Ayer fue penoso ver a mi equipo caer así.

Hoy es otro día y confío en este plantel, en estos mismos jugadores para mejorar lo que haya que mejorar de cara al futuro y conseguir resultados. Se viene la llave por Copa, eso nos mantiene ilusionados. Nunca importaron resultados, vamos a estar.