Por la mínima
Se jugó bien. Se perdió. La llave está más que abierta y este martes nos jugamos el pase a semis de la Sudamericana. La ilusión intacta.
Tarde templada en la ciudad de Buenos Aires la de este martes, día en el cual nos jugamos el primer round de cuartos de final ante Huracán de Parque Patricios para saber qué equipo avanzará a las semifinales de esta Copa Sudamericana 2015.
A medida que el sol le iba dando mayor protagonismo a la luna, la popular local se comenzaba a llenar lentamente y todo empezaba a estar listo para el pitido inicial.
A mi entender, hicimos un partido correcto. Nunca nos sentimos avasallados por el equipo local -como sí sucedió en Lanús- y siempre el partido estuvo en idas y vueltas de ambos equipos. Quizás ellos tuvieron más la pelota, pero la tarea de nuestros defensas y mediocampistas permitió no pasar mayores peligros a Martín Campaña.
Sacando la jugada del gol, donde se permite cabecear solo entre dos camisetas violetas a uno de los mejores 9 de área que tiene el torneo de la vecina orilla actualmente, la defensa hizo un buen partido y no cometió otros errores que costaran. Se sacó todo lo que vino.
En el medio de la cancha estuvo el punto más alto de los nuestros. Mathías Cardacio sigue demostrando que es un pilar fundamental en este equipo. Recuperó muchas pelotas y entregó correctamente. Todo lo que tiene que hacer un número cinco: robar y entregar bien.
En mi opinión, arriba fue lo más flojo de la noche. Lozano estaba peleado con el balón y Felipe no gravitó lo suficiente. Maxi Gómez hizo un gran partido, aguantando la pelota de espalda al arco, generando faltas y siempre yendo arriba a luchar las áreas. Demuestra que tiene lugar en este equipo. Luego salió sustituido por Romario, cambio que no comprendí mucho.
Más allá de cómo se jugó o de las oportunidades que no se aprovecharon (tuvimos para mandarla adentro), la sensación es que haciendo bien las cosas en nuestra casa, deberíamos poder sacar el resultado adelante. Huracán no demostró ser un rival temible y evidenció falencias en la zona defensiva, que es fundamental que las aprovechemos en la revancha.
El gol recibido condiciona, ya que un gol que nos hagan acá, nos obligaría a convertir tres y ahí la cosa se pone un poquito más complicada. De eso se tratan las llaves eliminatorias, matar o morir.
Antes de saber nuestra suerte en la Copa, tenemos una parada en Colonia. El Supicci nos espera este viernes 23 a las 20:30 horas. Todos los partidos son importantes, pero creo que la cabeza del hincha está puesta en el martes que se nos viene.